Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.-
Unos 300 campesinos y pescadores del poblado zapoteca Álvaro Obregón agencia de
esta ciudad, acordaron crear su propia policía comunitaria para impedir el
ingreso de la empresa Mareña Renovables que pretende construir en la barra
Santa Teresa, de San Dionisio del Mar, un parque eólico para generar 395
megawats de electricidad a través del viento.
Alejandro López,
integrante de la Asamblea de Álvaro Obregón por la Defensa de la Tierra informó
que la comunidad también acordó que no permitirá el ingreso a esa localidad de
los partidos políticos y en especial de los líderes de la Coalición Obrera
Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI).
Reunidos en el ex
cuartel del general Heliodoro Charis Castro, quien combatió en la Revolución
Mexicana, los campesinos y pescadores, la lado de sus esposas e hijos, dijeron
que no permitirán la entrada de los líderes de la COCEI y ex presidentes
municipales de Juchitán, Héctor Sánchez, Leopoldo de Gyves y Mariano Santana “por
aliarse con Mareña Renovables y traicionar al pueblo”.
Durante la
asamblea, los campesinos y pescadores condenaron la declaración que hizo el
gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, quien dijo que solo unas 20
personas que se la pasan bebiendo son los que se oponen al parque eólico.
Nosotros votamos por Gabino y no entendemos por qué ahora apoya a los
extranjeros, dijeron.
Los pobladores de
Álvaro Obregón también acordaron que no permitirán la instalación de casillas
en las elecciones de diputados y presidentes municipales, en julio de este año.
“Los partidos han dividido al pueblo y reciben dinero de Mareña Renovables.
Ahora vamos a elegir a nuestras autoridades agrarias y municipales en asambleas
populares”, dijo Alejandro López.
Con gritos, las
mujeres y los hombres condenaron la entrada violenta de más de 60 policías
estatales a esa comunidad a principios de este mes. “Ni la policía, ni el
ejército, ni los traidores de la COCEI van a frenar nuestra resistencia al
parque eólico que este lunes cumple un año”, señalaron los campesinos y
pescadores.
El ex cuartel del
general Charis se ubica a un costado de la carretera de terracería que comunica
a la playa Punta de Agua, el único acceso terrestre para que Mareña Renovables
ingrese con sus camiones y maquinaria los aerogeneradores y obreros a la barra
de Santa Teresa. En ese lugar, los pobladores mantienen una vigilancia
permanente.
Alejandro López
dijo que la imposición del proyecto eólico ha unido a los indígenas zapotecos
de Álvaro Obregón, el ejido Charis y Zapata con los indígenas ikoots de San
Dionisio del Mar porque el parque eólico acabaría con la pesca de escamas y
camarones en la laguna Superior del Golfo de Tehuantepec.
Los campesinos y
pescadores de esta empobrecida microrregión del sur de Oaxaca emplazaron al
secretario general del gobierno de Oaxaca, Jesús Martínez Álvarez y al
gobernador oaxaqueño, Gabino Cué, para que lleguen a la población y “escuchen
por qué no queremos el parque eólico”, precisó Alejandro López.
En la asamblea,
la indígena zapoteca Ángela Guerra leyó una carta enviada por Betina Cruz,
dirigente de la Asamblea por la Defensa del Territorio, quien explicó que salió
del Istmo porque tanto ella como su esposo Rodrigo Flores Peñaloza, han recibido
amenazas de muerte por acompañar a las comunidades en su resistencia contra los
parques eólicos.
En la región del
Istmo de Tehuantepec operan unos 14 parques eólicos que generan electricidad
para sus socios inversionistas. El parque de Mareña Renovables contempla una
inversión de 13 mil millones de pesos. La construcción de dicho parque lleva un
año de retraso.
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