JUCHITÁN INFORMA
Alberto López Morales
El informe que difundió la organización no gubernamental Freedom House, con sede en Washington, en materia de libertad de expresión en México y justo en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa que se conmemora este martes, fue como se dice en el lenguaje de los políticos, un severo golpe a la yugular del régimen panista que encabeza Felipe Calderón Hinojosa.
El reporte en cuestión concluye que en México no hay libertad de prensa debido a la violencia, el tráfico de drogas y el incremento de los ataques a los periodistas. Es la primera vez en la historia del país que se llega a esa conclusión. Antes, esa misma fundación norteamericana había calificado a la prensa mexicana como “parcialmente libre”.
Es seguro que el gobierno panista no aceptará el reporte de la fundación Freedom House, porque el decremento en la libertad de expresión en México tiene mucho que ver con la guerra que el presidente Calderón le declaró a los grupos criminales que trasiegan con toda clase de estupefacientes.
Aunado al reporte de esa fundación no gubernamental creada en 1941, preocupa además el informe del presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), de México, claro, Raúl Plascencia Villanueva, que consigna que del año 2005 a la fecha, en el país se han registrado 68 homicidios y 13 desapariciones de periodistas.
O sea, que ha sido en los gobiernos panistas, a finales del periodo de Vicente Fox y durante la actual administración del presidente Calderón, cuando más ataques se han enderezado en contra de los comunicadores que han hecho nugatoria la libertad de expresión en México, tanto que la fundación Freedom House prendió las luces de alarma sobre esa materia porque comparó a México con los estándares tan bajos como los que existen en Egipto, Honduras y Hungría.
Este martes 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa y en ese contexto, la CNDH destacó que del año 2005 a la fecha también ha radicado, a través de su Programa de Agravios a Periodistas, 473 expedientes de quejas, así como 21 atentados a instalaciones a medios y ha emitido 20 recomendaciones por agravios a periodistas.
Con el reporte de Freedom House y el informe de la CNDH, el gobierno panista queda muy mal parado en el ámbito internacional. México, es pues, un país donde no hay libertad de prensa, donde los periodistas han sido asesinados, secuestrados, golpeados y amenazados por el clima de violencia, el tráfico de drogas y la guerra que inició el presidente Calderón contra el crimen organizado.
Desde el año 2006, Oaxaca se colocó además como una de las entidades más peligrosas para ejercer el periodismo. La totalidad de agresiones en contra de los comunicadores permanecen impunes y los casos paradigmáticos son los de las comunicadoras comunitarias de San Juan Copala, Teresa Bautista y Felícitas Sánchez, asesinadas en abril de 2008.
Seguramente el gobierno de Calderón echará manos de sus recursos diplomáticos para tratar de maquillar el informe de la fundación Freedom House y presentar a México como un sitio seguro para la libertad de prensa, pero después de todo, el reporte de la CNDH se ha convertido en un categórico mentís a cualquier argumento. La guerra que inició el presidente de México, ha socavado la libertad de expresión en nuestro país.
DE REFILÓN: Por cierto, los migrantes de Centroamérica y defensores de derechos humanos, como el sacerdote Alejandro Solalinde, se montarán en el lomo de La Bestia a partir de hoy y se trasladarán a Puebla y de ahí marcharán al DF para sumarse al grito colectivo del “Ya Basta” de violencia que convoca el poeta Javier Sicilia, para este domingo 8 de mayo.
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