JUCHITÁN INFORMA
Alberto López Morales
Desde hace 31 años el mes de mayo ha sido ardiente para la capital oaxaqueña. Es el mes en que los maestros de la sección 22 del SNTE se movilizan y cada gobierno ha tenido respuestas diferentes para el movimiento magisterial.
En este 2011, es la primera vez que el magisterio llega con su dinámica de movilización/negociación con un gobierno no priísta, sino producto de una amplia coalición de fuerzas, en el que participaron y participan priístas de la vieja guardia que se distanciaron del régimen ulisista.
Otra característica que enfrentará la movilización magisterial es la composición plural del Congreso local, que a diferencia de años anteriores, en este 2011 podría contribuir en el diálogo entre líderes magisteriales y el gobierno aliancista.
Todos los gobiernos priístas terminaron por ceder a las exigencias magisteriales, con excepción del régimen de Ulises Ruiz Ortiz, que terminó por echarles a la policía en el fallido intento del desalojo del zócalo el 14 de junio de 2006.
En Oaxaca y en la capital del país hay un clima de expectación por conocer la respuesta y la actitud del nuevo gobierno. El magisterio ya dio a conocer sus cartas y para nadie es un secreto que apostará por la movilización, como en el pasado, con exigencias nuevas y las de siempre.
En su primera respuesta al magisterio, el gobierno de Gabino Cué, no pasó la prueba. La asamblea estatal dijo que las respuestas de las autoridades de Oaxaca son nulas. Ayer mismo Cué dio instrucciones a los integrantes de su gabinete a establecer una amplia mesa de diálogo. Le urge al gobierno desactivar la movilización magisterial, pero aun no entrega nada sustancial que deje satisfecha a la sección 22 del SNTE.
La desventaja de Cué es que sus dos principales operadores políticos (Irma Piñeyro y Bernardo Vásquez), están cuestionados por la sección 22 del SNTE que exige sus remociones del gabinete y los dirigentes magisteriales no dejarán pasar la oportunidad de mayo para mostrar el músculo al gobierno aliancista.
Gabino Cué no va a destituir a su secretaria general Irma Piñeyro, tampoco a su director del IEEPO, Bernardo Vásquez y tampoco al jefe de la Policía Marco Tulio López. Lo que queda entonces es que el gobierno aguante lo más que pueda la andanada del magisterio o que los tres funcionarios presenten su renuncia por iniciativa propia con la finalidad de que faciliten una solución al diferendo con los maestros, pero eso exige una gran responsabilidad individual.
Las autoridades de Oaxaca no deben olvidar que el 25 de mayo se cumplirán cuatro años de la desaparición de los dirigentes del Ejército Popular Revolucionario (EPR), Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez. Oaxaca podría cimbrarse ante esa conmemoración y encima está la desaparición del profesor Carlos René Román Salazar, cuyo caso podría impactar a la sociedad y al mismo magisterio si las autoridades hacen público dos líneas de investigación sumamente delicadas.
Lo único que queda claro en estos momentos es que Cué no usará la fuerza pública en contra de los maestros, aún si se plantan masivamente en el Centro Histórico de la capital o bloquean las carreteras de la entidad, pero el gobierno aliancista sí podrá colocarse a la cabeza del magisterio compartiendo sus demandas nacionales y enderezar las protestas en el Distrito Federal, como lo hizo en su momento el gobierno de José Murat.
DE REFILÓN: Indígenas de Santiago Ixtayutla, Plan del Aire, Tataltepec de Valdés y Paso de la Reyna, integrantes del Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde (Copudever), recibieron en Morelos el premio nacional de derechos humanos “Sergio Méndez Arceo”, por su esfuerzo opositor a la construcción de la presa “Paso de la Reyna”, en la región de Jamiltepec.
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