JUCHITÁN INFORMA
Alberto López Morales
Con la captura de Navarro Martínez (quien fue presentado con varios nombres), como uno de los presuntos asesinos del líder del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT, Heriberto Pazos Ortiz, podría decirse que en Oaxaca comenzó la gestación de un thriller, que como su nombre en inglés lo dice, provocará una historia de suspenso.
Beto Pazos, un hombre que tuvo mucho qué ver con la historia de la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI), fue asesinado en la mañana del 23 de octubre de 2010, justo cuando el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz estaba en sus postrimerías y Gabino Cué, no asumía la responsabilidad legal.
Los que ordenaron la muerte de Beto Pazos, lo hicieron malévolamente usando el tiempo político definido como el limbo. O sea, en el borde de ambas administraciones. Cuando el que se iba no haría nada y cuando en el que llegaba no estaba en condiciones de hacer algo.
Pero parece que los autores materiales e intelectuales se equivocaron o se confiaron. Pero eso dependerá de las nuevas investigaciones y como siempre, de la voluntad política de los gobernantes, sin que importe sin son nuevos o reciclados.
El susodicho Navarro Martínez, no obstante, como advirtió ayer el sacerdote Wilfrido Mayrén Peláez, conocido popularmente como el “Padre UVI”, que podría ser un chivo expiatorio en la búsqueda de justicia, abrió una historia de suspenso en Oaxaca.
De acuerdo con la Procuraduría de Justicia de Oaxaca, que no la Fiscalía para la atención de delitos de alto impacto, huyó hacia uno de los accesos de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), donde fue filmado.
Según las investigaciones de la Procuraduría de Oaxaca, se supo que en la máxima casa de estudios de la entidad, dos personajes singulares anduvieron ofreciendo dinero para asesinar a un líder campesino.
Los dos personajes en cuestión, siempre según fuentes de la Procuraduría de Oaxaca, fueron Jesús Rubén Maldonado Marmolejo, conocido en el ambiente universitario como “El Dragón” e Iván de Jesús Espinoza Luis, más conocido como “El Talibán”.
Maldonado Marmolejo fue asesinado el 29 de octubre, seis días después de la muerte de Beto Pazos, en la explanada de Santo Domingo, en la capital y Espinoza Luis fue localizado muerto en febrero de este año, en las inmediaciones de Tlalixtac de Cabrera, según reportes de la prensa.
La continuación de este thriller oaxaqueño llevará a las autoridades a preguntarse quién operó el financiamiento para matar a Beto Pazos, pero también a interrogarse, quién mató al “Dragón” y al “Talibán”.
Ambos personajes fueron ubicados en más de una ocasión, como integrantes de la bautizada Caravana de la Muerte que operó en el 2006, cuando el conflicto social sacudió a Oaxaca y los maestros al lado de los que muchos de ahora son gobernantes quería la cabeza de Ulises Ruiz.
El gobierno de Gabino Cué tiene en sus manos una historia de suspenso. ¿Llegará al final de la película? Se ve difícil, pero no imposible, aunque en esa tarea se vea obligado a romper una alianza que le facilitó el triunfo y que además le podría costar un nuevo escenario de inestabilidad.
DE REFILÓN: Ayer más de 600 pescadores, campesinos y mujeres que comercian con productos del mar reiteraron desde San Francisco del Mar, resistir a cualquier iniciativa privada o gubernamental para vender seis mil hectáreas de sus tierras. El enviado de Gabino Cué, el doctor Eliseo Reyna les ofreció su respaldo. Nada a espaldas del pueblo, les dijo.
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