Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.- El
agente municipal de Pueblo Viejo, Homero Salinas Martínez, acusado de los
delitos de privación ilegal de la libertad, abuso de autoridad y despojo, según
la causa 365, no se presentó a la audiencia de imputación en el Juzgado de
Garantías de esta ciudad.
“Como no se presentó, nos dijeron que
ahora será presentado con la fuerza pública y esperamos que se haga justicia”,
dijeron las víctimas Carlos Norberto Ocampo, Jesús Ocampo Vargas, José Luis
Martínez, Facundo Francisco Martínez, Nicolás Andrés Juan y Javier Martínez.
En la agenda de Audiencias del Juzgado de
Garantías de Juchitán, estaba prevista que le comunicaran al agente Homero
Salinas, este miércoles, la imputación por los delitos cometidos al amparo del
Sistema Normativo Interno, conocido también como Usos y Costumbres.
“El agente municipal ordenó que me
detuvieran, encarcelara y expulsaron de Pueblo Viejo (agencia de San Francisco
del Mar Pueblo Nuevo), el jueves 14 de este mes. Temo por la seguridad de mi
familia”, dijo el profesor Nicolás Andrés Juan.
Desde que fue expulsado de su comunidad,
el profesor Andrés Juan vive en la cabecera de Pueblo Nuevo, donde labora como
auxiliar técnico pedagógico de la Supervisión Escolar y dijo que despierta
preguntando si fue un delito votar contra el PRI en la elección municipal de
julio pasado.
Por su parte, Carlos Norberto Ocampo
Andrés, explicó que demandó penalmente al agente municipal porque desde hace un
año le prohibió vender tortillas en la comunidad. Fue expulsado de Pueblo Viejo
y no puede regresar porque “hay como 10 hombres armados en la entrada”.
“Mi familia se quedó en Pueblo Viejo y la
verdad tengo miedo de que les pase algo porque en Pueblo Viejo la voluntad del
agente Homero Salinas, es la ley y nadie pone freno a sus abusos. Ya ve usted,
que él ni siquiera vino a la audiencia”, señaló.
Visitadores de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos (CNDH), llegaron al Juzgado de Garantías y recogieron los
testimonios de las familias expulsadas de Pueblo Viejo. “Nos cortaron el agua y
nos niegan el derecho de vender para sobrevivir”, dijeron los afectados.
Frente a los Visitadores de la CNDH, Joselito
Gallegos narró que fue expulsado de Pueblo Viejo desde hace ocho meses. “El 12
de marzo salí a pescar como a las seis de la tarde, pero como a las ocho de la
noche me detuvieron unas 20 personas y me quitaron las redes”.
La esposa de Joselito, Malvina Ordoñez
Jiménez, profesora de primaria, también fue expulsada de la comunidad y ahora
labora en la escuela Emiliano Zapata, de Pueblo Nuevo. Todos los expulsados de
Pueblo Viejo, viven en Pueblo Nuevo, separados de sus familias.
“Lo único que queremos es que se haga
justicia. No podemos permitir que en nombre del Sistema Normativo Interno se
persiga, hostigue y se agreda a las personas que decidieron votar contra el PRI”,
dijo el alcalde electo Leonel Gómez, del partido estatal Unidad Popular.
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