JUCHITÁN INFORMA
Alberto López Morales
Reyna Gutiérrez Luis es el nombre de una mujer de la etnia huave o Ikoot de San Mateo del Mar. Desde el primero de enero de este año se ganó un lugar en la historia. Es la primera mujer que tiene un cargo público en el ayuntamiento de esa localidad.
Desde la visión ordinaria, quizá para muchos ese hecho no sea relevante. Pero para las mujeres indígenas que habitan en los 418 municipios oaxaqueños que se rigen por el sistema de Usos y Costumbres, debe ser una noticia relevante.
¿Por qué? Porque desde su fundación, en 1606 según cuenta la historia, en San Mateo del Mar las mujeres han enfrentado el estigma de la violencia intrafamiliar y la discriminación social bajo el falso argumento de que “las mujeres de San Mateo del Mar no valen más que para casarse, obedecer, trabajar y parir todos los hijos que el marido quiera”.
Desde hace 20 años, la hermana Reyna Gutiérrez, Roselia Gutiérrez Luis inicio una titánica tarea consistente en sensibilizar a las mujeres y a los hombres, de que la mujer es un ser humano, no un objeto de uso y desecho y que tiene derechos iguales a los del género masculino.
Nunca en la historia de San Mateo del Mar las mujeres habían tenido el derecho de votar y de ser votadas, hasta la elección municipal de octubre del año pasado, cuando las mujeres lograron romper una de las primeras de las múltiples barreras que impiden su reconocimiento con plenos derechos a la participación, a la salud, a la educación y a una vida digna.
El triunfo de las mujeres de San Mateo del Mar no sería posible sin el tesonero esfuerzo que comenzó allá por 1991 la activista Roselia Gutiérrez, quien en la actualidad coordina en esa comunidad la Red de Derechos Sexuales y Reproductivos de México y tampoco sería posible sin el esfuerzo que hizo en su momento Eufrosina Cruz Mendoza, a quien en el año 2007 los hombres/caciques de su comunidad Santa María Quiegolani le negaron el derecho de participar como candidata a la presidencia, por el hecho de ser mujer. Hoy Eufrosina Cruz es presidenta de la Mesa Directiva de la 61 Legislatura local y es secretaria de Asuntos Indígenas del Comité Nacional del PAN.
La elección de Reyna Gutiérrez Luis como regidora de mercados no fue además fortuita. Tras de ella hay una historia singular de aprendizaje y de martirio, de conocimiento y de drama.
Ella fue de las primeras parteras empíricas de San Mateo del Mar. Aprendió a tomar la presión, el pulso y la respiración de las parturientas gracias a las enseñanzas del doctor Jesús Félix Ollervides Pinales, a quien los hombres de San Mateo no le permitían que revisara a sus esposas. A los 15 años atendió su primer parto en una pequeña choza iluminada solamente por una vela.
Por mediación del sacerdote Roberto Villasoli, obtuvo antes una beca concedida por la eclesiástica Orden Oblatos de María Inmaculada y estudió en la capital de Oaxaca, tras concluir el cuarto grado de primaria en San Mateo, en la Escuela Mejoradora del Hogar Rural. Quería estudiar medicina, pero le negaron el permiso en su hogar porque ¿quién iba a atender a los enfermos y parturientas si ella partía a Guadalajara?
Después, con la llegada de dos médicos pasantes a San Mateo del Mar, Reyna Gutiérrez Luis volvió a trasladarse a Oaxaca donde se graduó como la primera promotora bilingüe de esa localidad, para “castellanizar” a sus paisanos y durante 37 años se desempeñó como maestra del nivel preescolar.
Para Reyna Gutiérrez Luis, como otras mujeres indígenas, la vida no fue fácil. Víctima del machismo y de la violencia intrafamiliar, renunció a su vida matrimonial. Hoy su hija mayor es doctora, la segunda es profesora y el tercero estudia la carrera de maestro normalista.
Como regidora de mercados, ella comentó que es un paso importante en la vida de las mujeres, pero admitió que hay todavía grandes retos para la mujer indígena porque en San Mateo del Mar prevalece la discriminación, el machismo y la violencia intrafamiliar. Los derechos de la mujer no se ganan de la noche a la mañana ni con una ley, asentó. Sin embargo, Reyna Gutiérrez Luis, ya tiene un lugar en la historia de las mujeres.
DE REFILÓN: Arropado con su “pureza” ideológica y política el presidente estatal del PRD, don Amador Jara se permitió el lujo de exigir la destitución de Andrés Manuel López Obrador, del sol azteca, por dividir a los perredistas. ¿Quién le pedirá cuentas al líder de los perredistas oaxaqueños?
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