miércoles, 5 de febrero de 2014

Abuelas oaxaqueñas aprenden en la India

Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- Cuando salieron de Cachimbo, una pesquería de San Francisco Ixhuatán que fue devastada por el huracán Bárbara a fines de mayo del año pasado, eran tímidas e inseguras, ahora, luego de tres meses de estancia en el Barefoot College, en la India, son expertas en el lenguaje técnico y ya saben cómo construir, instalar y reparar lámparas solares y pronto regresarán a su comunidad indígena para que compartan sus conocimientos.
     Ellas son Norma, Olga Lilia, María Aidé y Rosa Elvia, cuatro abuelas que antes de ser seleccionadas por Bunker Roy, fundador del Barefoot College ubicado en Tilonia, Rajashtán, en la república de la India, llegaban a la asamblea de Cachimbo a caballo y mostraban resistencia al curso de capacitación que terminará el 15 de marzo próximo.
     “Hemos superado los obstáculos del lenguaje, aquí se habla el inglés y el hindú, aprendemos sin traductores, nos comunicamos con puras señas y ya aprendimos a conocer los componentes de los paneles solares. Ha sido duro para nosotras porque extrañamos a nuestros hijos y nietos, nuestras festividades y la comida, sobre todo los camarones, pescados y el totopo”, dijo Rosa Elvia Hernández Vicente, en una entrevista telefónica.
     Las cuatro mujeres fueron seleccionadas para capacitarse en el centro de investigación no gubernamental Barefoot College (Universidad Pies Descalzos), con la intervención del Comité Autonomista Zapoteca Che Gorio Melendre (Gregorio Meléndez, insurgente que peleó en la Independencia y planteó la autonomía del territorio del Istmo de Tehuantepec), que coordina el investigador Gubidxa Guerrero, desde el año 2004.
     Después de una desacostumbrada y larga travesía de 36 horas de vuelo por la ruta de México/Frankfort/Nueva Delhi, Olga Lilia, María Aidé y Rosa Elvia, cuyas edades fluctúan entre los 35 y 55 años, llegaron a Tilonia el domingo 27 de octubre y se instalaron en la Universidad Pies Descalzos donde empezaron a compartir sueños y experiencias con 37 mujeres de once países.
     “Ellas ya saben qué van a hacer de regreso a Cachimbo. Tienen claro que van a instalar paneles solares en su comunidad que no tiene electricidad, saben que van a enseñarles a otras mujeres todo lo que están aprendiendo en la república de la India. Ellas no habían salido nunca de Cachimbo, algunas solo conocían Juchitán, pero el cambio en ellas ya se observa”, dijo Gubidxa Guerrero, fundador del Comité Che Gorio Melendre que trabaja en temas históricos, culturales y sociales.
     “A pesar de todos los obstáculos que hemos enfrentado, hemos aprendido mucho y lo vamos a demostrar cuando lleguemos a Cachimbo. Ya conocemos los componentes de las lámparas solares, ya sabemos cómo armarlas. Hemos aprendido paso a paso y día a día, todo con el favor de Dios”, explicó en la entrevista telefónica Rosa Elvia.
     - ¿Por qué solamente son seleccionadas las mujeres de edad avanzada, como las abuelas?, se le pregunta a Gubidxa Guerrero.
     - Porque las  abuelas están arraigadas en sus comunidades, ahí tienen a sus hijos y a sus nietos y con ellas, los proyectos seguirán adelante, en cambio, si se trabaja con jóvenes se corre el riesgo de que ellos busquen otros lugares para vivir y trabajar y entonces el proyecto se acaba.
     “Ya queremos regresar a Cachimbo, falta poco. Terminamos el curso de capacitación el 15 de marzo y saldremos de aquí el 17 del mismo mes. Vamos a poner nuestro conocimiento en favor de nuestra gente y vamos a decirles que sí valió la pena sufrir y llorar en las noches lejos de México y recordar a nuestra familia. Valió la pena”, dijo Rosa Elvia.





     

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