JUCHITÁN INFORMA
Alberto López Morales
La voracidad y el oportunismo de los dirigentes de la Unión Campesina Oaxaqueña (UCO), no tienen límites. La “lucha por los pobres” les ha dado mucho, pero quieren más y en nombre de los indígenas en crisis alimentaria, en esta semana mostraron que traen ganas de meterle un pellizco, algo así como 580 millones de pesos, al presupuesto de 58 mil millones de pesos que ejercerá Oaxaca durante este año.
Herederos de la UCO que fundó el fallecido senador Daniel López Nelio, allá por el año 2000, los bisoños se quieren pasar de listos con el déficit alimentario que padecen las comunidades indígenas y exhiben el hambre que tienen en nombre de dos millones de oaxaqueños que viven en crisis alimentaria.
El diputado local plurinominal Pavel Renato López Gómez, hijo del coordinador del Partido del Trabajo, Mariano Santana, quien (des) gobernó Juchitán, Jesús Romero López, ex diputado local y ahora ¡dirigente estatal de la UCO! Y Lenin López Nelio, subsecretario de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca (Sedafp), ya no tienen el negocio que tenían con los gobiernos priístas y ahora buscan desesperadamente la fórmula para que en el gobierno del cambio mantengan sus privilegios.
Todo comenzó cuando Lenin López Nelio (ex diputado local e hijo de Daniel López Nelio y sobrino de Mariano Santana), no alcanzó la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y solo fue nombrado subsecretario de esa dependencia donde es titular el perredista Salomón Jara y subsecretario Jorge Carrasco Altamirano (hermano del ex gobernador Diódoro).
Los tres, Salomón, Lenin y Jorge, andan de las greñas por los recursos destinados al campo. Los tres tienen organizaciones sociales listas para estirar la mano para supuestos proyectos productivos y los tres tienen paralizado los apoyos al campo porque ni siquiera tienen relaciones cordiales. De los tres, Salomón Jara les acaba de sacar ventaja (temporal), porque su administrativa (la que maneja la bolsa de dinero), Teresita de Jesús Ahuja Pérez, fue destituida.
Ante esa circunstancia, el diputado local Pavel Renato López Gómez comenzó a poner en práctica el libreto acordado entre los integrantes de los herederos de la UCO, (qué bonita familia que no padece la crisis alimentaria pero muestra el hambre por los recursos destinados al campo), y el 21 de marzo descubrió que “víctimas de la pobreza (hay) pueblos oaxaqueños (que) no tienen qué comer”, advirtió que podrían darse casos de “inconformidad social” y pidió la elaboración de “un mapa de riesgo alimentario”.
Después, el 23 de febrero el ex diputado local Jesús Romero, primo de Lenin, sobrino de Daniel López Nelio y tío de Pavel Renato López, dio a conocer la otra parte de la comedia familiar. Declaró que irán por una Ley de seguridad alimentaria, por un Fondo Maíz para Oaxaca y que realizarán acciones para lograr que el gobierno de Cué le otorgue al campo 580 millones de pesos. Muy listos los muchachitos, porque finalmente la idea es chantajear al gobierno aliancista para que Gabino Cué les diga quién será el interlocutor institucional, el representante gubernamental, pues, para atender los reclamos de las organizaciones sociales. ¿Querrán que sea Lenin L Nelio?
No hay duda, los herederos de la UCO se quieren pasar de listos, pero olvidan que en once años esa organización que les ha abierto las puertas a las diputaciones, presidencias, regidurías y a los recursos para supuestos proyectos productivos y a las concesiones de taxis, mototaxis y camionetas turísticas, nada ha hecho para mejorar el agro del Istmo, menos para elevar los índices de Desarrollo Humano de los campesinos zapotecos y mucho para incrementar la producción de maíz en el sur de Oaxaca. Ni siquiera en una parcela demostrativa porque lo que han hecho con los apoyos es simple y llanamente política clientelar.
DE REFILÓN: Cosas del cambio (para que todo siga igual): Antes todos cuestionaban el endeudamiento de los gobiernos priístas, ahora que Gabino Cué pidió autorización al Congreso para una deuda de dos mil millones de pesos, el silencio escandaliza mucho más.
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