JUCHITÁN INFORMA
Alberto López Morales
Durante una hora y media, a partir de las 18:00 horas del lunes, el gobernador aliancista Gabino Cué Monteagudo se reunió con los 16 diputados locales del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El inédito encuentro se realizó en el palacio de gobierno. No hubo sin embargo, comunicado alguno por parte del gobierno y tampoco de la coordinación parlamentaria priísta que informara el contenido de esa reunión, a pesar de que, curiosamente, ambas partes se rasgan las vestiduras en materia del derecho a la información. ¿Por qué? Solo ellos saben.
El encuentro fue a petición de Gabino Cué, quien semanas antes ya se había reunido con los coordinadores de las fracciones parlamentarias del PAN, PRD, Convergencia y PT, con la finalidad de pedirles que enriquezcan las propuestas de reformas constitucionales que el gobernante presentó ante la 61 Legislatura, el primero de diciembre, durante su toma de posesión.
No se había reunido con los diputados priistas, hasta la tarde del lunes, donde el gobernador estuvo acompañado de su secretario particular, Benjamín Robles Montoya, su coordinador de Proyectos Estratégicos, José Antonio Estefan Garfias y su secretario de Finanzas, Gerardo Cagijas. De los tres, el que salió raspado fue Robles Montoya, a quien los diputados priístas le negaron que fuese el canal de comunicación con el Poder Ejecutivo.
Los priístas encabezados por su coordinador parlamentario, Martín Vásquez Villanueva, fueron claros en sus mensajes. Dijeron que quieren una relación de respeto y que mantendrán su postura crítica, pero que están dispuestos a transitar a favor de los grandes acuerdos que contribuyan a la profundización de la vida democrática de Oaxaca.
Por la mañana de ese lunes siete de marzo, los priístas ya habían fijado su postura en torno a las reformas constitucionales que propuso Gabino Cué, que desde su perspectiva busca fortalecer una nueva relación de respeto entre los tres poderes de Oaxaca y allanar el camino hacia la democracia. Gabino Cué, ya sabía de antemano, lo que escucharía o enfrentaría de los legisladores priístas.
Quizá por esa razón, sin que nadie le preguntara nada, el gobernador aliancista abrió el encuentro negando que su gobierno sea faccioso. Sin embargo, tuvo que encajar el cuestionamiento del diputado Francisco García López, quien le dijo que desde la Secretaría General del gobierno oaxaqueño, con Irma Piñeyro, a la cabeza se promueven políticas facciosas de parte de los subsecretarios que aun tienen puesta las camisas partidistas y complican la solución de conflictos poselectorales porque pretenden beneficiar políticamente a los grupos que los llevaron al gobierno.
Las diputadas Carolina Aparicio Sánchez (presidenta de la Comisión Agropecuaria, Forestal y Minera) y Mercedes Rojas Saldaña (presidenta de la Comisión de Fortalecimiento y Asuntos Municipales) y el diputado David Mayrén Carrasco (presidente de la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano), pidieron una relación institucional basada en el respeto y le exigieron responsabilidad al gobierno aliancista.
La reunión, primera que celebran los diputados del PRI con Gabino Cué (o viceversa), no tuvo una agenda específica, pero obviamente que el punto central fue conocer de viva voz la postura de la fracción priísta frente al paquete de reformas que el gobernador aliancista presentó el primero de enero.
Dichas reformas establecen, entre otros temas, una nueva relación entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo. Los priístas ya le dijeron a Cué que no le aprobarán ninguna modificación que rompa los contrapesos y equilibrios entre uno y otro Poder. También contempla el fortalecimiento del Poder Judicial, pero los priístas ya le dijeron a Cué que no le aprobarán la desaparición del Tribunal de lo Contencioso Administrativo. En el rubro de “autonomía a los órganos del estado”, los priístas ya definieron que no avalarán la desaparición del Instituto Estatal Electoral, del Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública y de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos.
A Gabino Cué le urge que sus propuestas sean aprobadas tal y como fueron enviadas. Sin embargo, entre los legisladores perredistas, panistas y priístas hay resistencias porque observan un proceso de involución política, sobre todo con la famosa “iniciativa preferente” y la figura de la “positiva ficta” (una iniciativa se convierte en ley si no se discute en un período), porque otorga al gobernante facultades meta constitucionales y en un legislador virtual.
Los priístas ya le dijeron a Gabino Cué, que esas propuestas deben ser sometidas a una amplia consulta ciudadana. Al menos, por ahora, en la Comisión de Estudios Constitucionales de la 61 Legislatura, que preside el perredista Alejandro López Jarquin, no hay ni un dictamen para que se presente antes del 31 de este mes, cuando concluya el primero periodo de sesiones. O sea, que el gobernador de Oaxaca tendrá que esperar.
DE REFILÓN: Para que las propuestas de Gabino Cué se aprueben en este periodo, necesitará de las tres cuartas partes de la votación en el Congreso local. Es decir 28 votos de los 42 diputados. Hasta ahora solo tiene comprometidos 26 de los diputados del PAN, PRD, PT, Convergencia y UP. Le faltarían dos votos de la fracción priísta. ¿Los encontrará?
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