Alberto López Morales
ARTURO LONA REYES |
TEHUANTEPEC,
Oax.- El obispo emérito de la diócesis de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes relanzó
hoy las actividades del Centro de Derechos Humanos “Tepeyac” (CDHT), que él
fundó en marzo de 1992, para acompañar a los pueblos indígenas “en la defensa
de sus culturas, tierras, territorios, recursos y derechos”.
Lona Reyes,
conocido como el obispo de los pobres, está de vuelta. La encomienda que le dio
el obispo titular de la diócesis de Tehuantepec, Óscar Armando Campos Contreras
no tiene dudas: “Le he encomendado la restructuración del Centro Diocesano de
Derechos Humanos Tepeyac” y pide a quienes colaborarán con el obispo emérito
que lo hagan en comunión para que se atienda a los más necesitados en el
cuidado de sus derechos humanos”.
El hombre que se
ordenó sacerdote el 15 de agosto de 1952 y fue ordenado obispo en la misma
fecha pero de 1971 es el mismo que ahora sonríe y saluda con fuerza pese a que
el próximo primero de noviembre cumplirá 89 años de edad. Lona Reyes retomó la
presidencia del CDHT luego de largos años de “caminos confusos” que él prefiere
olvidar y sugiere darle la vuelta a la página.
La primera
actividad que realizó el CDHT en su nueva etapa fue un taller sobre Derechos
humanos en los que compartieron experiencias y conocimientos los defensores de
derechos humanos Sara Méndez, del colectivo Gobixha (sol, en zapoteco serrano)
y Miguel Ángel Álvarez, de Servicios y Asesoría por la Paz (Serapaz), al lado
de sacerdotes, laicos y representantes de comunidades indígenas.
“Preocupados por
la dura realidad que viven los pueblos y las organizaciones del Istmo, nos
reunimos este 17 y 18 de agosto para compartir y generar orientaciones y líneas
de trabajo para fortalecer nuestros procesos y luchas por la vida”, escribió a
manera de explicación el hombre que al frente de la diócesis de Tehuantepec
salió ileso de diversos atentados que sufrió por su compromiso con los pobres.
Con la mirada
crítica, señaló, “nuestro corazón se duele porque por un lado nos encontramos
con el clamor de comunidades indígenas que exigen el respeto a sus derechos más
elementales y en la misma proporción nos sorprendemos de la capacidad de
resistencia en sus expresiones de lucha ante proyectos extranjeros que
representan el despojo de sus tierras, territorios, recursos y formas de vida”.
Frente a esa
realidad, añadió Lona Reyes en el comunicado, el CDHT “se compromete a iniciar
una nueva etapa de trabajo orientada a acompañar y animar el espíritu de
organización y articulación de los pueblos y comunidades en la defensa de sus
culturas, tierras, territorios, recursos y derechos”.
Lona Reyes, el
pastor que ayudó a construir cooperativas, a organizar a los productores de
café, el que salió en defensa de las tierras zoques de los Chimalapas, el que
cruzó ríos y arroyos, subió montañas y caminó con sus desgastados huaraches
largos trechos de pueblos incomunicados, se muestra ahora más jovial y pintó su
raya: “No es con violencia como evitaremos la que hoy sufrimos y por ello nos
sumamos al llamado a la serenidad para enfrentar las diversas conflictividades
que cruzan nuestra región”.
En el primer
encuentro promovido por Lona Reyes, indígenas de San Dionisio del Mar
denunciaron que hay seis concesiones a empresas mineras que amenazan la vida de
ese pueblo ikoots, mientras que los indígenas zapotecas de Álvaro Obregón,
agencia de Juchitán destacaron que mantendrán la defensa de su autonomía.
Al lado de sus
nuevos colaboradores, entre ellos el sacerdote Ranulfo Pacheco y el presbítero
Lucio Santiago, quien está a cargo de la iglesia de San Vicente Ferrer, de
Juchitán, se formularon los retos de la iglesia para reimpulsar la defensa de
los derechos humanos.
“Como diócesis,
la iglesia debe insertarse más en la realidad de nuestros pueblos indígenas y
denunciar proféticamente todo aquello que atenta en contra de la vida y como
parroquias debemos impulsar tareas en favor de los derechos humanos”, dijo el
sacerdote Lucio Santiago.
Lona Reyes
presidió a media tarde de este lunes una conferencia de prensa. Antes, despidió
cariñosamente a su obispo Óscar A. Campos Contreras, quien le deseó buena
suerte y le ofreció todo el apoyo de la diócesis. Arturo Lona Reyes está de
regreso…
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