Alberto López Morales
Nueva fuga de amoniaco |
JUCHITÁN, Oax.- El
promocional que circula en las redes sociales dice que “el corredor
Transístmico es un proyecto que Pemex está haciendo realidad” y añade que la
idea es “aprovechar el Istmo de Tehuantepec para transportar gas natural por
ductos”. Sin embargo, entre pobladores de 25 comunidades de la zona norte del
Istmo, nadie conoce los impactos de ese proyecto y entre ellos crece el rechazo
y la oposición ante el miedo de vivir sobre un nuevo polvorín.
A los habitantes
de la zona norte les sobra razón para vivir en medio de la incertidumbre porque
apenas este martes se registró una nueva fuga de amoniaco en una garza de la
tubería de Pemex. La fuga ocurrió en el poblado Reforma, que pertenece al
municipio de El Barrio de la Soledad, a la altura del kilómetro 211 de la
carretera Transístmica. Es el décimo incidente petrolero en los últimos tres
años en la zona norte, informó el delegado de Protección Civil del Istmo, Tore
Knape Macías.
Pobladores de las
comunidades que pertenecen a los municipios de El Barrio de la Soledad, Santa
María Petapa, Matías Romero y Asunción Ixtaltepec apenas si conocen que Pemex contempla
en el su famoso proyecto del Corredor Transístmico, la rehabilitación de un
ducto de 12 pulgadas para transportas gas natural desde Coatzacoalcos, Veracruz
hasta la refinería “Antonio Dovalí Jaime” del puerto de Salina Cruz, Oaxaca.
Ese gasoducto se sumaría a los
oleoductos de 40 y 30 pulgadas y al poliducto de 16 pulgadas que transportan
hidrocarburo y sus derivados y que se localizan prácticamente enterradas casi
bajo las viviendas de las familias istmeñas. Con el transporte de gas natural a
través del nuevo gasoducto, Pemex sustituiría el consumo de 12 mil barriles
diarios de combustóleo y aplicaría en el sector ductos, una inversión de dos
mil 500 millones de pesos.
“Pemex no ha
informado nada sobre ese gasoducto, al contrario, se niega a decirnos cuándo
van a pagar los daños causados por la fuga de amoniaco que se registró el 20 de
agosto del año pasado. La fuga de amoniaco, donde murieron nueve personas, va
cumplir un año y Pemex no ha pagado los daños ocasionados a la flora, a la
fauna, a los maizales y por la contaminación de ríos y arroyos”, señaló con
severidad el agente municipal de Chivaniza, perteneciente a El Barrio de la
Soledad, Pablo Ramírez.
De acuerdo con el
promocional que Pemex difunde a través de un video que circula en las redes
sociales, se pretende aprovechar las ventajas del Istmo de Tehuantepec que une
al Golfo de México con el Pacífico mexicano. El transporte de gas natural por
el gasoducto reduciría a siete días un viaje de 16 días por el Canal de Panamá.
Entre los proyectos de Pemex se planea una inversión de tres mil 400 millones
de pesos para modernizar su flota petrolera, la sustitución de embarcaciones
menores, la construcción de muelles en las terminales petroleras de Salina Cruz
y Coatzacoalcos y la adquisición de mono boyas modernas.
Frente a los
propósitos modernizadores de la infraestructura petrolera a través de hacer
realidad el Corredor Transístmico, la irritación de los pobladores crece como
el miedo que resurgió este lunes con la nueva fuga de amoniaco que provocó
alarma entre la población de Reforma, un pequeño poblado de 300 habitantes de
El Barrio de la Soledad. No hubo necesidad de desalojar a las familias, pero el
riesgo es latente, dijo Tore Knape.
Apenas el 25 de
julio de este año, los habitantes del poblado El Polvorín, que pertenece a
Santa María Petapa, en la zona norte del Istmo, fueron llevados a un albergue
de Matías Romero, luego que se registró un derrame de gasolina provocado por
ladrones de combustible que dejaron abierta una válvula del ducto. Pemex no ha
informado que medidas tomará para mitigar los daños al medio ambiente pues hubo
contaminación de arroyos y mortandad de peces, acusó el dirigente de la Unión
de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas
Torres.
Dentro del
proyecto de Pemex, conocido como Corredor Transístmico se planea una inversión
de seis mil 150 millones de dólares para reconfigurar la refinería de Salina
Cruz, construir dos nuevos ductos de Salina Cruz a las ciudades de Oaxaca y
Tuxtla Gutiérrez para transportar hidrocarburos, modernizar las terminales
portuarias de Salina Cruz y Coatzacoalcos y modernizar la refinería “Lázaro
Cárdenas” de Coatzacoalcos, entre otras acciones.
Pemex tiene
muchos proyectos, pero lamentablemente no ha informado a la población y menos
han querido hablar con nosotros, dijo el presidente municipal de Asunción
Ixtaltepec, Rubén Antonio Altamirano, quien añadió que en las agencias de
Chivela, Morrito y Mezquite hay una fuerte oposición a que se construya el
gasoducto. Nadie sabe nada sobre ese proyecto, apuntó.
Los habitantes de
unas 25 comunidades de la zona norte le exigen a Pemex que remedie las
afectaciones al medio ambiente donde han ocurrido fugas de amoniaco o derrame
de crudo y de gasolina, como ocurrió en el ejido Nuevo Progreso donde hubo un
derrame de crudo en el 2011 o como el que se registró en el 2012 en el rancho
del señor Roberto Trujillo, en Sarabia, que pertenece a San Juan Guichicovi,
detalló Carlos Beas Torres.
Apenas la semana
pasada las autoridades auxiliares y agrarias de las 25 comunidades que se
oponen a la construcción del gasoducto se reunieron en Matías Romero, donde
demandaron que Pemex aplique un programa de desarrollo social e integral en las
localidades afectadas por los derrames y fugas y que viven en constante riesgo
por la red de ductos, poliductos y oleoductos que pasan casi bajo las humildes
viviendas de las familias istmeñas.
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