Alberto López Morales
Las abuelas de Cachimbo llegan al aeropuerto de México |
JUCHITÁN, Oax.- Las
abuelas “solares” traen sus maletas cargadas de lámparas que iluminan con la
energía solar, regalos, fotografías y recuerdos de su estancia de cuatro meses
y medio en la Universidad Pies Descalzos, de Tilonia, Rajashtán, en la
república de India, y llegarán el 21 de este mes a Cachimbo, una pequeña
comunidad oaxaqueña de la que salieron a fines de octubre del año pasado y que
pertenece a San Francisco Ixhuatán.
En Oaxaca las conocen como las abuelas
“solares” porque fueron seleccionadas por el instituto Barefoot College,
conocida como la Universidad Pies Descalzos, para capacitarse en la
construcción, instalación y reparación de lámparas solares. Ellas son Norma, Olga Lilia, María Aidé y Rosa Elvia, quienes confiesan
que están deseosas de abrazar y besar a sus nietos que con alegría las esperan
en Cachimbo.
“Ya queremos
llegar al pueblo para comer un rico caldo de pescado y camarones y dormir hasta
que amanezca porque aquí (Tilonia) no hicimos nada más que ir a la escuela, ir
a la escuela y capacitarnos para construir las lámparas solares. Parece fácil,
pero ¡no! Fue complicado por la barrera del idioma. Nos comunicábamos con puras
señas, muecas y gestos y nos entendíamos”, dijo Norma, una de las cuatro
oaxaqueñas que desafiaron todos los obstáculos para cumplir la meta propuesta
por Bunker Roy, fundador del Barefoot College.
“Mujeres valientes”
Las cuatro
cachimbeñas, al lado de 37 mujeres abuelas más de once países, que por las
noches compartieron lágrimas y el sufrimiento frente a la nostalgia producida
por la distancia, terminaron la capacitación con una ceremonia que se realizó
el 8 de marzo en Nueva Delhi, capital de la India. Un día antes fueron recibidas
por el embajador de México, Miguel Sandoval.
“El embajador
estaba sorprendido. Confesó que no creía encontrarse en un lugar tan lejos del
país, mujeres valientes que se habían atrevido a dejar su tierra, a su familia
para aprovechar una oportunidad en la vida. Dijo que estaba orgulloso de
nosotras y nos felicitó”, reveló Norma en la entrevista telefónica.
El embajador de
México en India, Miguel Sandoval, estuvo en la ceremonia de clausura del curso
que inició el 28 de octubre del año pasado. “¡Nos dijo valientes!, pero la
verdad es que al principio teníamos mucho miedo. No habíamos salido de
Cachimbo, no conocíamos Oaxaca, la capital, y nunca nos habíamos subido a un
avión”, añadió.
Norma, Olga
Lilia, María Aidé y Rosa Elvia, cuyas edades van de
35 a 55 años, tienen sus raíces en el poblado oaxaqueño de Cachimbo, que
pertenece a San Francisco Ixhuatán y se ubica en el punto del límite entre
Chiapas y Oaxaca, al oriente del Istmo de Tehuantepec, justo entre el Mar
Muerto y el Océano Pacífico. En mayo del 2013, las mujeres cachimbeñas dieron
muestras de su valentía al resistir y levantarse de la devastación que provocó
la entrada del huracán Bárbara.
Vista al Taj Mahal
Visita al Taj Mahal |
Al salir de
Cachimbo, las cuatro abuelas “solares” dejaron detrás un escenario devastado:
árboles enormes, como la ceiba, derribados por la fuerza destructora del
huracán Bárbara, casas de madera tiradas por el viento y la lluvia, techos de
lámina regados por el suelo y el pueblo inundado por las aguas del Mar Muerto y
del Pacífico. En Cachimbo no hay energía eléctrica, solo algunos cuantos tenían
sus lámparas solares que se perdieron con la irrupción de Bárbara.
“Nunca imaginamos
que íbamos a conocer un palacio bien bonito, grande, que conocen como el
Castillo del Rey. Fuimos a conocer el Taj Mahal, que según nos dijeron está en
la ciudad de Agra, que se fundó… uuuujule, hace muchos años, como por 1631,
estuvimos en dos hoteles lujosos. Ahí estuvimos todas las mujeres, incluidas
las 37 abuelas de los once países”, dijo Norma.
Sorprendidas por
una de las siete maravillas modernas de la humanidad, las cachimbeñas se
sumergieron en un mar de preguntas y respuestas en sus conversaciones con las
37 mujeres de los once países que durante cuatro meses y medio aprendieron a
armar las lámparas solares. Norma les preguntaba si no habían tenido miedo del
viaje. “Ellas también nos preguntaron lo mismo y entonces, todas reíamos y
entonces tomábamos fotos y nos fotografía en el Taj Mahal”.
De regreso al instituto Barefoot College,
las cachimbeñas “solares” confesaron que en su visita a Nueva Delhi y a la
ciudad de Agra, no pudieron comunicarse con sus familiares “porque el dinero
que nos dieron para hablar por teléfono, lo usamos para ir de shopping”, comentó entre risas Norma.
“Compramos muchos regalos para nuestra gente que ya ansiamos ver, abrazar y
besar”.
Campesinas
conferencistas
Las abuelas
oaxaqueñas que van a electrificar a Cachimbo con las lámparas solares que
instalarán una vez que en mayo les lleguen los componentes “por barco”, tendrán
una intensa jornada, reveló Gubidxa Guerrero, el coordinador del colectivo del
Comité Melendre, que desde su fundación, en mayo de 2004, realiza actividades
de difusión de la cultura zapoteca.
Con sus lámparas solares |
“Las abuelas
solares llegaron al Distrito Federal el lunes 17 de este mes. Para el jueves 20
llegarán a Juchitán y en la Casa de la Cultura se les hará una recepción y
dictarán una conferencia sobre el aprendizaje adquirido en el Barefoot
College”, informó Gubidxa Guerrero, quien fue el enlace con Bunker Roy,
fundador de la Universidad Pies Descalzos.
Mientras lleguen
los componentes para que armen las lámparas solares que electrificarán a
Cachimbo, las abuelas oaxaqueñas ocuparán su tiempo en conferencias. “Tienen
invitaciones para hablar frente a estudiantes del Tecnológico de Oaxaca, del
Tecnológico del Istmo y en la Universidad Vasconcelos y van a participar en
diferentes festivales de comunidades indígenas de Oaxaca”, dijo Gubidxa
Guerrero, cuyo nombre zapoteco traducido al español significa sol.
“No vamos a parar
de hablar y compartir todo lo que aprendimos. En el Barefoot College aprendimos
a armar las lámparas solares, pero también hay otros cursos dirigidos a otras
mujeres como aprender hacer bolsas de papel periódico para las compras, como
hacer costura y bordados, toallas femeninas, fundas, colchas, manteles y
¡estufas solares! Cocinamos con la energía del sol”, expresó Norma, con
orgullo.
Antes de salir de
Tilonia las abuelas confesaron que les regalaron unas maletas, ¡Grandes! ¡Grandes!,
llevamos las lámparas que armamos, regalos que compramos. ¡Va llena de regalos!
Fiesta en Ixhuatán
En San Francisco
Ixhuatán, 350 kilómetros al oriente de la capital oaxaqueña, las autoridades
municipales informaron que el festival de la primavera será el entorno donde
las madres “solares” recibirán un homenaje.
“En Ixhuatán
estamos orgullosos de nuestras abuelas cachimbeñas y después de la fiesta que
les haremos en su llegada el 21 de marzo, vamos a acompañarlas a su viaje a
Cachimbo”, añadió. Para llegar a Cachimbo hay que recorrer unos cuantos
kilómetros sobre la Panamericana y llegar al poblado chiapaneco de Zapata y
tomar rumbo al mar hasta llegar a la pesquería La Gloria y de ahí, en lancha, a
Cachimbo.
Sin embargo,
Beatriz Morales, coordinadora de Trabajo Social del Comité Melendre, aclaró que
en la agenda de las abuelas solares no está contemplada la visita a Ixhuatán y
pidió que ni una autoridad politice o se cuelgue del esfuerzo académico de las
mujeres cachimbeñas.
Tras el paso del
huracán Bárbara, en Cachimbo, donde viven unas 200 personas, siguen tirados los
árboles y las viviendas. La reconstrucción no llegó. Los damnificados solo
recibieron algunos paquetes de lámina, coincidieron en señalar Gubidxa Guerrero
y el alcalde García Henestroza. Sin embargo, el presidente ixhuateco informó
que con recursos del Fonden y de su administración, se adquirió un predio de
dos hectáreas donde se construirán 40 viviendas y el área servirá como refugio
temporal de los cachimbeños durante las emergencias por lluvias.
“No habrá una
reubicación total porque los cachimbeños, con todo respeto lo digo, solo saben
pescar y sobre todo porque ellos defienden el territorio de Oaxaca, porque si
se van a otro lado, más tardarán ellos en irse que los chiapanecos en
apoderarse de Cachimbo”, explicó el edil José Luis García Henestroza. “Son un
orgullo para nosotros y debe serlo para Oaxaca”
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