Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.- Los dirigentes zoques del comisariado comunal de San Miguel Chimalapa externaron su preocupación porque hasta el medio día de este martes, aun desconocían si los funcionarios de la Reforma Agraria (SRA) accederían a instalar mañana miércoles la mesa agraria en la zona donde disputan con Chiapas casi cinco mil hectáreas de tierras, en la región oriente de los chimalapas.
Como se sabe, los zoques bloquearon desde el jueves el paso de los chiapanecos de Gustavo Díaz Ordaz, un ejido asentado sobre casi cinco mil hectáreas comunales propiedad de los chimalapas, según estudios de campo realizados por la SRA. El bloqueo provocó que el gobierno chiapaneco enviara al territorio oaxaqueño más de 500 policías.
“El gobierno de Oaxaca tiene la mejor voluntad de que se instale la mesa agraria”, dijo el presidente de la Junta de Conciliación Agraria del gobierno oaxaqueño, Carlos Moreno Derbez, quien consideró que es necesario que a esa mesa acudan también los funcionarios de la SRA y de la Semarnat.
Moreno Derbez explicó que hasta el medio día de este martes aun no tenía comunicación oficial alguna con funcionarios de esas dependencias para confirmar la reunión, el lugar y la hora. En principio, agregó, los chimalapas están pidiendo que el encuentro se realice en San Antonio, donde se instaló el bloqueo, en la zona oriente de los chimalapas.
El presidente del comisariado comunal de San Miguel Chimalapa, Alberto Cruz Gutiérrez anunció que en conferencia de prensa en la capital de Oaxaca, que los zoques mantendrán el bloqueo al ejido Díaz Ordaz, hasta que no se instale la mesa agraria.
Mientras tanto, la tensión se mantiene entre los pueblos ubicados en los límites de Oaxaca y Chiapas, donde el conflicto agrario que tiene más de 20 años, sigue el bloqueo de la carretera rural. Por esa razón el gobierno de Chiapas envió ayer la primera dotación de víveres a los ejidatarios de Gustavo Díaz Ordaz, a través de un helicóptero.
“Si el gobierno de Chiapas está al pendiente del conflicto, yo no entiendo porque el gobierno de Oaxaca no se compromete más con las comunidades chimalapas que viven en la pobreza y la marginación, están sin energía eléctrica y sin apoyos para sus proyectos productivos”, lamentó Alberto Cruz Gutiérrez.
Los chimalapas exigen que los gobiernos de Chiapas y Oaxaca intenten un proceso de conciliación “de campesino a campesino” para que aquellos chiapanecos que reconozcan a la autoridad comunal de los chimalapas, sigan en poder de sus propiedades. Dicho esquema de conciliación que comenzó en 1991, “fue reventado” en 1993 por los intereses económicos de los talamontes chiapanecos.
“En caso de que Chiapas no acepte la conciliación, entonces lo que tiene que hacer la Reforma Agraria es tomar los 20 millones de pesos que nos ofreció a cambio de las cinco mil hectáreas a favor de los chiapanecos y que los use para reubicar al ejido Díaz Ordaz”, sentenció Alberto Cruz Gutiérrez.
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