domingo, 6 de septiembre de 2015

Mueren ríos y arroyos por derrames de hidrocarburos



Alberto  López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- Autoridades ejidales de Tolosita, agencia de Matías Romero, denunciaron que un derrame de gasolina contaminó cinco kilómetros del arroyo “El 60” y afectó a unos 18 ganaderos de la zona.
     Tras un primer recorrido realizado este domingo por la zona afectada, las autoridades de Protección Civil del Istmo reportaron la muerte de peces, ranas y garzas en el lecho del arroyo que pudo haber recibido cerca de 900 mil litros de gasolina procedente de una toma clandestina.
     El presidente del comisariado ejidal de Tolosita, Carlos Toledo Gómez lamentó el derrame sobre el arroyo “El 60”, donde las vacas de los ganaderos bebían el agua. Tras el derrame, algunos ganaderos trasladaron su ganado a otros potreros más seguros.
     No es la primera vez que los campesinos de Tolosita, una población de poco más de 500 habitantes asentada en la parte norte del Istmo, cerca de la carretera Transístmica, sufra las consecuencias del derrame de gasolina.
     En años anteriores ya ha habido derrames, pero se han resuelto de inmediato con los funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex). En esta ocasión esperamos que la gente de Pemex llegue al pueblo este lunes para que se
vean los daños y cómo los pagarán, dijo el comisariado.
TAMBIÉN EN BOCA DEL MONTE HUBO OTRO DERRAME
     Un día antes, el sábado por la tarde, se detectó el derrame de unos 900 mil litros de gasolina en la jurisdicción de Boca del Monte, agencia de San Juan Guichicovi, también en la zona norte del Istmo.
     De acuerdo con Protección Civil, el derrame formó una laguna de gasolina sobre una superficie de 600 metros cuadrados con una profundidad de hasta un metro y medio. La laguna de gasolina se formó a seis metros de la carretera Transístmica y a 60 metros de la toma clandestina.
     Cerca de las 20:00 horas del sábado, cuando personal de Pemex y Protección Civil revisaban la toma clandestina, se registró un incendio que pudo provocar una gran explosión. El incendio fue sofocado con extinguidores en medio del miedo del personal.
     Pese a que la laguna de gasolina se formó a seis metros de la transitada carretera Transístmica en el potrero del señor Víctor Castallón, en la jurisdicción de Bixhidú, entre Sarabia y Mogoñé, ninguna autoridad ordenó el cierre del paso vehicular. Una explosión hubiera sido catastrófica.
     Durante horas, personal de Pemex y de bomberos de Matías Romero aplicaron espuma sobre la laguna donde se acumularon unos 900 mil litros de gasolina y con ello redujeron el nivel de explosividad del hidrocarburo.
DERRAMES, POR ROBO DE COMBUSTIBLES
      Ambos derrames registrados este fin de semana en la zona norte del Istmo, el de Boca del Monte, detectado en el kilómetro 176 más 100 de la Transístmica y el de Tolosita, descubierto en el kilómetro 156 más 500 de la misma vía, fueron provocados por el robo de gasolina.
     De acuerdo con el reporte del personal de Pemex en el poliducto de 16 pulgadas procedentes de Veracruz, con destino a la refinería “Antonio Dovalí Jaime” de Salina Cruz, se detectaron dos tomas clandestinas por donde los “ordeñadores” se roban el combustible.
     Según reportes hemerográficos, de diciembre del año pasado a la fecha, en la zona norte del corredor transístmico se han registrado unos once derrames. Todos, en la versión de Pemex, provocados por el robo de combustible a través de la toma clandestina en los ductos.
PEMEX NO VIGILA… Y AVISA TARDÍAMENTE
     Para Carlos Beas Torres,  la falta de vigilancia de Pemex en los ductos y la “indolencia y la corrupción” que existe en el área de Seguridad Industrial de la empresa petrolera facilitan el robo de combustible porque para hacerlo se necesita la información precisa de los puntos.
     Frente a los derrames, Pemex informa tardíamente a las autoridades, añadió. En el caso del derrame detectado en la noche del sábado en Boca del Monte, Pemex sabía, por el descenso en la presión registrada en la estación de bombeo de Donají, que el derrame había iniciado temprano.
RÍOS CONTAMINADOS Y ARROYOS MUERTOS
     Anualmente, denunció Carlos Beas Torres, asesor de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Pemex registra poco más de 10 derrames que han provocado la severa contaminación de los ríos y han matado varios arroyos, además de daños a pastizales.
      Los ríos Sarabia y Almoloya están severamente contaminados, mientras que los arroyos El Achiote y Lima Limón, están prácticamente muertos. Tan solo en El Achiote, de Rincón Viejo, Petapa, un derrame ocurrido el año pasado mató miles de peces y más de 800 tortugas, dijo.
     Pemex, enfatizó Beas Torres, no asume su responsabilidad frente a los derrames de gasolinas o fugas de amoniaco. Pemex genera conflictos sociales en la zona por donde pasan sus ductos y en puerta tiene la pretensión de construir dos gasoductos que atravesarán los pueblos del Istmo.


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