viernes, 4 de julio de 2014

La Bestia cayó herida

Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- La Bestia cayó herida. Sobre el kilómetro 100 del tramo ferroviario Ixtepec/Arriaga dos de sus tolvas quedaron despanzurradas sobre la tierra reblandecida por las lluvias, justo entre los parajes de Las Anonas y Santa Inés, del municipio de San Pedro Tapanatepec.
     Un día antes (miércoles), La Bestia pitaba vigorosa a su llegada a Ciudad Ixtepec con unos 700 centroamericanos a bordo. Este jueves, de regreso a Arriaga, Chiapas, La Bestia, cargada con cemento, fierro y trigo, cedió y descarriló. Desanimados por los riesgos hacia la frontera norte, dos hondureños se llevaron el susto de vida. Iban de regreso a la frontera sur. Con ellos viajaban cuatro chiapanecos y una persona del Distrito Federal. Todos huyeron, menos Raúl Gómez Robledo.
     Entre los 26 vagones jalados por las locomotoras 1885 y 4065, viajaba Raúl Gómez Robledo, un mexicano de 22 años de edad originario de Huixtla, Chiapas, según reportaron los policías municipales que acudieron al rescate. La Policía investiga las razones de su estancia sobre el lomo de La Bestia. Gómez Robledo, sangrando de la cabeza y manos, fue auxiliado inicialmente por un lugareño que lo subió a su caballo y lo trasladó a Tapanatepec. Está en el hospital civil de esa localidad ubicada al oriente del Istmo.
     “A las 09:25 horas de este jueves, sentí un jaloncito del tren y boté inmediatamente la emergencia. Paramos y observé que dos tolvas estaban en la tierra. No sabemos por qué ocurrió el accidente, si por la madera de los durmientes. No sabemos. Solo escuchamos que uno de los que iban arriba del tren quedó aplastado bajo una de las tolvas cargadas de trigo. No se sabe si es verdad o mentira”, explicó el maquinista quien se identificó como Arsenio de Paz Alegría.
     Arsenio de Paz Alegría tiene 32 años como ferrocarrilero. Hace cinco días vivió una experiencia similar. Saliendo de Arriaga, sobre el kilómetro 142 del tramo ferroviario, de pronto se encontró con las vías cercenadas. “Fue un sabotaje porque cortaron el riel izquierdo con soplete”, recordó. En esa ocasión La Bestia suspendió sus corridas hacia Ixtepec. “Yo creo que hay que hacerle una limpia a este tramo porque aquí ha habido varios descarrilamientos”, añadió.
     Los durmientes de ese tramo son de madera desvencijada por la lluvia, el calor y el fuego provocado por los rancheros para limpiar la maleza que atraviesa las vías y consume lentamente la vida de los durmientes que están en proceso de cambio por durmientes de cemento que siguen tirados a lo largo de las vías. No se ve que vayan a cambiarlos de inmediato. Ya tienen tiempo durmiendo sobre la maleza. Quizá por esa razón, cerca del kilómetro 100 quedaron abandonadas otras tolvas que descarrilaron hace cinco años con su carga de cemento y hace un año con su carga de maíz.
     Tras la caída de las dos tolvas que juntas llevaban 180 toneladas de trigo a granel, llegaron los campesinos con sus carretones, camionetas y tractores para aprovechar el cargamento de trigo. Al lugar llegaron los policías estatales, pero nadie logró impedir que los lugareños llenaran sacos con el grano. A caballo, con remolques, carretones, camionetas y tractores se llevaban el trigo que “está asegurado y si al rato llueve se echa a perder. Mejor lo aprovechamos”, confesó un caporal que vive cerca. “Escuché un tronido feo y dije ya se descarriló el tren”, agregó el lugareño identificado como Alberto, quien reveló que solo se llevó “seis saquitos para mis gallinas”.
     Elementos del Grupo Beta de Arriaga y de Ciudad Ixtepec llegaron al sitio del descarrilamiento. Buscaron entre los fierros y el cargamento desparramado de trigo, pero no localizaron a ninguna persona. Sobre las vías, solamente quedaron playeras rotas de los migrantes y abajo, justo sobre el camino cosechero paralelo a las vías, las 180 toneladas de trigo que iban para la empresa Harinera de Chiapas.

     Con este descarrilamiento, La Bestia suspenderá sus recorridos hacia Ixtepec por lo menos una semana, pero cuando lo haga, en el próximo viaje vendrá repleto de migrantes que esperan en Arriaga el pitazo de salida para enfilarse a la frontera norte. No importan los peligros, los riesgos, la lluvia, el sol o el viento. Van en busca de una mejor vida. No importa que el tren descarrile.

No hay comentarios:

Publicar un comentario