A su salida del Juzgado, Polín de Gyves de la Cruz anunció una larga lucha por la tierra |
Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.- Bajo
cinco cámaras de seguridad incrustadas en el techo radiante de luz blanca
emanada de 33 lámparas que transparentaban la iluminación en la amplia sala de
unos 100 metros cuadrados quizá, comenzaba la audiencia de imputación de la
causa penal 133/2013.
Era como 10
minutos después de las 12:00 horas del martes 30 de julio. Un caluroso día de verano, aunque adentro, en la sala, no se
sentía. Dos equipos de aire acondicionado refrescaban la atmósfera que sugería
cerrar los ojos, dormir y soñar, sino fuera por ellos, los de la causa 133.
Ahí, en lo que en
el lenguaje judicial se le conoce con el nombre del banquillo del acusado,
Leopoldo de Gyves de la Cruz, ex presidente municipal de Juchitán (81/82) y
(99/01), se disponía a responder una serie de preguntas formuladas por el Juez
Pablo Escobar García.
-¿Nombre? -Le
interrogó el Juez. –Leopoldo de Gyves de la Cruz, -respondió.
-¿Tiene algún
apodo? -Polo, -dijo.
-¿Edad? -61 años,
señaló de inmediato.
-¿Profesión? -Gestor
social, apuntó el que también dirigente de una de tantas fracciones en que se
ha dividido la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo. La COCEI que,
en 1981, aliada con el desaparecido Partido Comunista Mexicano (PCM), hizo
ganar a Polín de Gyves, por primera vez, la alcaldía juchiteca.
-¿Ingresos
económicos? –Tres mil pesos semanales, -confió.
-¿Escolaridad?
–Segundo año de medicina, -reveló.
Comenzaba así la
primera audiencia de imputación de la causa penal 133/2013 promovida por Mario Bustillo
Cacho, como representante de la empresa “Arquitectos AM&M S.A. de C.V.”, en
contra del ex alcalde juchiteco, Leopoldo de Gyves de la Cruz, bajo el sistema
del Juicio Oral.
Afuera del
Juzgado de Garantías, unas 200 personas, entre mototaxistas, habitantes de
colonias populares y familiares de ex ferrocarrileros jubilados y fallecidos,
iniciaban también un plantón sobre la avenida
Ferrocarril bajo el fuerte sol veraniego.
Adentro,
acompañado de sus defensores de oficio, Abel Monjarraz y Alma Delia Gregorio,
Leopoldo de Gyves de la Cruz, vestido con una camisa delgada color melón tenue
y pantalón de mezclilla, y el rostro enrojecido, escuchaba la acusación
formulada por el Fiscal.
El Fiscal del
Sistema Acusatorio Adversarial, conocido, Arturo de Villanueva Martínez Zurita
lanzó la imputación: Despojo agravado de 20 hectáreas de tierras, postuló la
pena: hasta 14 años de prisión y exigió además la inmediata devolución del
predio ocupado el 28 de enero de este año.
Durante la
extensa exposición del Fiscal, quien presentó testimonios de los testigos
ofrecidos por Mario Bustillos Cacho, fotografías y peritajes de avalúo sobre el
valor estimado del predio en 112 millones de pesos, Leopoldo de Gyves de la
Cruz, por ratos sonreía y a veces se veía aburrido.
Por momentos
Polín de Gyves cruzaba la pierna derecha sobre la izquierda, en otros se
llevaba la palma de la mano derecha sobre la mejilla del mismo lado, luego se
pasaba los dedos sobre las sienes y sobre las cejas. Daba la impresión de que
ya quería hablar.
Agotada la
argumentación del Fiscal Martínez Zurita, cerca de las 13:15 horas, el Juez
Escobar García preguntó a De Gyves de la Cruz si deseaba declarar. Dijo que sí,
dejó su lugar y se acomodó en el estrado ubicado en el ala oriente de la sala
2, donde 16 personas atestiguaban la audiencia.
Polín de Gyves se
disponía a leer un texto de cinco cuartillas que al inicio de la audiencia sus
colaboradores ya habían adelantado a los periodistas. Y ahí se registró una
breve discusión sobre la técnica jurídica en los juicios orales.
El Juez le dijo
que estaba ahí para hacer una declaración espontánea. La lectura de mensajes
escritos no es admitida en el Juicio Oral. No tiene validez. Solo los peritos
están autorizados a leer fichas y datos. El imputado, no, le reconvino el
juzgador.
Incómodo, Leopoldo
de Gyves respondió que no iba a recordar, fechas, números, lugares y nombres
incorporados en su texto elaborado previamente. Reclamó por qué el Fiscal leyó
o se apoyó en la lectura de los testimonios de los testigos.
El Juez Escobar
García preguntó al Fiscal Martínez Zurita si accedía a que el imputado De Gyves
de la Cruz leyera su declaración. Se opuso. “Si se permite que el señor
Leopoldo lea su declaración se vulnerará el sistema acusatorio Adversarial.
Está prohibido”, añadió.
Polín de Gyves
recuperó aplomo ante el reto y advirtió que litigaría el caso ante los medios y
en las plazas. El Juez cedió, pero le adelantó, con toda claridad, que como
juzgador, él no consideraría dicha lectura como una declaración.
En el documento
leído, Polín de Gyves admitió que el 28 de enero de este año, “alrededor de las
17:00 horas, un grupo numeroso de ex trabajadores ferrocarrileros y sus
familiares, encabezados por María Luisa Morales Peralta, Abelardo Pineda y yo,
ingresamos a los terrenos”.
Recordó que en un
encuentro realizado en Oaxaca, el siete de febrero, con el subsecretario, José
de Jesús Silva, el demandante Mario Bustillo Cacho admitió que no tiene la
escritura de compraventa del predio en cuestión.
Pidió además que
“la parte acusadora acredite su propiedad sobre esos bienes”, solicitó la
comparecencia el subsecretario José de Jesús Silva, como testigo de diálogo y
de José Manuel Valencia, hijo del ex tesorero del Patronato Pro Planta de
Impregnación Marciano Valencia.
Leopoldo de Gyves
solicitó también a la Fiscalía que “investigue los nexos que existen entre el
ex gobernador José Murat, el ex presidente del Congreso local, Juan Díaz y el
ex presidente del Concejo Municipal, Héctor Matus, con Mario Bustillo Cacho”.
“Solicito a la
Fiscalía que investigue si hubo abuso de poder y tráfico de influencias en la
adquisición de los terrenos de la Planta de Impregnación de Maderas”, leyó De
Gyves de la Cruz, en su defensa.
El ex alcalde
juchiteco fue interrumpido en dos ocasiones por el Juez, quien consideró que De
Gyves de la Cruz dejaba de lado su declaración. “Estamos en una declaración
judicial. Declare los hechos del 28 de enero y no traiga aquí un discurso”, le
ordenó.
Antes de
concluir, propuso “un acuerdo social que restituya la legalidad” en la figura
de bienes comunales de Juchitán y aclaró que él ya no está en posesión, desde
el tres de mayo, del predio donde se formó la colonia popular Jesús García.
El Juez citó para
continuar con la audiencia a las 12:00 horas del viernes dos de agosto, luego
que Leopoldo de Gyves solicitó la ampliación del término constitucional para
que ofrezca las pruebas a su favor.
A su salida del
Juzgado y ya en su ambiente pleno, desde la batea de una camioneta, expuso ante
los suyos, que esperaron dos horas bajo el sol a que terminara la audiencia, que
viene un largo proceso por la defensa de la tierra y…por su libertad.
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