Alberto López Morales
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El mercado "5 de Septiembre" de Juchitán, vulnerable |
JUCHITÁN, Oax.- La
alerta sísmica no se escuchó en el mercado “5 de Septiembre” de esta ciudad. Para
los mil 300 comerciantes que venden ahí sus mercancías, pasó desapercibido el
mega simulacro realizado en el marco de los 30 años del sismo que devastó el
Distrito Federal en 1985.
Justo a las 11:30
horas del sábado 19 de septiembre, cuando el simulacro iniciaba en la tienda
Soriana, ubicada al norte de la ciudad, dentro del mercado “5 de Septiembre”,
la venta de carnes, ropa, flores, huaraches, quesos, tamales, mariscos,
tortillas y dulces estaba en pleno apogeo.
“No se pudo
realizar el simulacro del sismo en el mercado por falta de dinero para comprar
los extintores y pintura para las señalizaciones, y porque los comerciantes no
quisieron. Cuando íbamos a verlos, nos insultaban”, reveló el director
municipal de Protección Civil, Manuel Marín.
Los mercados del
Istmo, como los de Matías Romero, Juchitán, Ixtepec, Tehuantepec y Salina Cruz
presentan una alta vulnerabilidad frente a un sismo fuerte por la alta
concentración humana y porque no tienen rutas de evacuación, dijo el delegado
regional de Protección Civil, Tore Knape.
Para realizar el
simulacro en el mercado de esta ciudad juchiteca, se requería de 25 mil pesos
para la compra de 15 extintores de seis kilos cada uno y pintura para las
señalizaciones. Tanto la tesorería del ayuntamiento como la administración del
mercado se negaron a realizar las compras.
“De la tesorería de Juchitán me decían:
pídales el dinero a los de la administración del mercado porque ellos cobran a
los comerciantes y desde la administración me decíateen: es un tema del
ayuntamiento. Ellos deben comprar los extintores”, comentó Manuel Niño Marín
López.
El mercado “5 de Septiembre” alberga a unos
mil 300 comerciantes. Cerca de 254 venden en locales y unos 800 lo hacen desde
las losas o planchas de cemento ubicadas arriba y abajo del inmueble. Abajo, en
los pasillos unos 150 comerciantes obstruyen accesos y salidas.
Si a juicio del
director de Protección Civil en el Istmo, Tore Knape Macías, el mercado “12 de
Octubre” es de alto riesgo porque concentra 101 cilindros de gas, en el mercado
de Juchitán el riesgo es mayor porque tiene 350 medidores en seis tableros
eléctricos sin revisión constante.
SIMULACROS EN TIENDAS
DEPARTAMENTALES
Pese a que los
mercados de las principales ciudades urbanas del Istmo son altamente vulnerables
frente a un eventual sismo de gran magnitud, los simulacros de este sábado para
recordar los 30 años del sismo de 1985 se realizaron en tiendas
departamentales.
En Matías Romero
el simulacro se realizó en la tienda Coppel, en Tehuantepec, en Coppel y
Aurrera, en Juchitán, la actividad fue en Auto Zone y Soriana, en Salina Cruz,
el simulacro fue en Liverpool y Coppel y en Ixtepec se aplicó en Aurrera, según
destacó Tore Knape Macías.
Al término de los
simulacros, Tore Knape informó que en esas acciones participaron unos 900
clientes y 300 empleados de las tiendas, bajo la coordinación de Protección
Civil, bomberos, Cruz Roja y brigadistas voluntarios.
Hace falta que
las autoridades municipales trabajen más y mejor en la cultura de la
prevención, dijo Tore Knape Macías, quien recordó que la mayoría de los
integrantes de los comités municipales de Protección Civil no están certificados
por la instancia adecuada.
Tore Knape reveló
que no hubo simulacros en los mercados porque las autoridades municipales no
invierten en la compra de equipos, en el mejoramiento de salarios del personal
de Protección Civil y porque hay resistencia de los comerciantes que no quieren
perder medio día.
La situación en
los mercados es grave porque los comerciantes que ahí venden sus mercancías no
han participado en un simulacro. La norma recomienda dos simulacros por año.
¿Qué va a pasar el día que nos pegue un sismo fuerte? ¡No lo quiero imaginar!,
sentenció Knape Macías.
Con las
vialidades congestionadas, ¿cómo entrarían las ambulancias? Con los accesos obstruidos,
¿cómo evacúas a los que requieran la atención médica? Sin los simulacros, el
riesgo de mayores daños por la falta de respuestas organizadas, siempre será
superior a cualquier cálculo.
HOSPITALES Y
ESCUELAS, TAMBIÉN VULNERABLES
La preocupación
de Tore Knape Macías no se agota en la alta vulnerabilidad de los mercados.
Pasa por los hospitales establecidos en el Istmo, donde o no existen o no
funcionan los sistemas internos de Protección Civil, al igual que en los
mercados.
― ¿Y la situación en las escuelas?, ―se le
pregunta a Tore Knape.
― Es igual de
vulnerable. No hay sistemas internos de Protección Civil. No se practican los
simulacros para que los alumnos, los maestros y los directivos se familiaricen
con la evacuación ordenada. No hay rutas señalizadas ni puntos de reunión,
―detalló.
― ¿Es muy grave, no?
― Demasiado grave.
Sobre todo si se consideran las escuelas que tienen salones en la parte alta y
no cuentan con dictámenes sobre la estructura por parte de los especialistas en
construcciones y porque no cuentan con rutas alternas desde el segundo nivel.
¿Cómo bajar de las escaleras?
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