Alberto López Morales
CIUDAD IXTEPEC,
Oax.- En el albergue “Hermanos en el Camino”, la espera desespera. Algunos
jóvenes convierten las tapas de refrescos en fichas y juegan las damas chinas.
Las niñas lavan ropa y biberones, mientras las mujeres huyen del agobiante
calor y buscan el cobijo de alguna sombra.
El reloj marca
cerca de las 14: 00 horas. En la biblioteca del albergue, a puerta cerrada, el
sacerdote Solalinde Guerra está reunido con Ximena Camargo, de la oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR), que muestra preocupación por
las niñas migrantes.
─Tenemos
en el albergue a 28 menores de edad, entre niñas y niños que no están
acompañados por sus familiares y no sabemos si la ACNUR se hará cargo de ellos
porque aquí no tenemos las instalaciones adecuadas ─, comentó Solalinde Guerra.
Los integrantes
de la oficina de ACNUR llegaron este lunes al albergue y de inmediato iniciaron
las reuniones con el equipo de Solalinde Guerra y con las personas que
acompañan a los menores, pero que no son sus familiares.
En el albergue,
216 migrantes, entre guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y
cubanos, esperan impacientes la salida en Viacrucis hacia el Distrito Federal.
La salida se postergó desde el pasado jueves, tras el operativo de la Policía
Federal y del INM.
─Queremos
salir por la mañana de este martes ──, dijo retador Solalinde Guerra,
quien añadió que hasta el momento la caravana o viacrucis no tiene ninguna
garantía por parte de la Secretaría de Gobernación, de que se respete el libre
tránsito.
En el albergue
también permanecen otros 293 migrantes centroamericanos que no viajarán al DF,
pero esperan que el INM les de facilidades para que obtengan un permiso
especial para que puedan presentar sus denuncias por delitos de robo que han
sufrido en el trayecto desde Chiapas.
Las instalaciones
del albergue están rebasadas por el número de migrantes y porque llevan varios
días varados en esta ciudad. Todos temen que al abandonar el albergue sean
detenidos y deportados por el INM.
Por el momento,
no hay presencia de policías federales y tampoco de agentes del Instituto
Nacional de Migración (INM), en la carretera de cuota que circunda el sector
poniente de esta ciudad. La tensión, sin embargo, está presente entre los
migrantes centroamericanos.
Las niñas y los
niños con edades de 10 a 12 años que llegaron sin sus padres, comparten
obligaciones. Lavan parte de sus respectivas vestimentas, y biberones de los
más pequeños. No sonríen. Están serios. Temen la deportación. “Huimos de la
violencia”, dijo José.
Algunos hombres
jóvenes que no se distraen con las damas chinas, están ocupados para mantener
limpias las casas de campaña donde descansan los menores que se agotaron en las
resbaladillas y columpios.
Mientras eso
ocurre en el albergue, en la oficina que la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH), tiene en esta ciudad, está Alberto Donis, integrantes del
equipo de Solalinde Guerra. “Fue a pedir medidas cautelares para el viacrucis”,
informaron.
Más tarde,
Alberto Donis lanzó por las redes sociales la invitación a una conferencia de
prensa que ofrecerán en el albergue, a las ocho de la mañana de este martes.
¿Qué se anunciará? Todo parece indicar que se anunciará la salida del viacrucis
al Distrito Federal.
─El
objetivo del viacrucis al DF es visibilizar el martirio que sufren los
centroamericanos, sobre todo desde que se puso en marcha el plan Frontera Sur
que disuadió con policías, el uso de La Bestia por parte de los migrantes ─,
enfatizó Solalinde Guerra.
Impedidos para
subirse al lomo de La Bestia, desde Arriaga, Chiapas a Ixtepec, los migrantes
usan ahora rutas de mayor peligro. Rentan lanchas para cruzar el Mar Muerto e
incluso para navegar por la costa del Pacífico sur y transitan por montes
asediados por asaltantes.
Por el momento no
hay policías federales en las carreteras. Quizá ni siquiera sea necesario
volverlos a instalar los filtros o retenes. Para impedir la salida del
viacrucis bastará con que ninguna empresa camionera acceda a rentar sus
autobuses, como ocurrió el jueves pasado.
Pese a que no hay
policías, en el entorno del albergue aún resuena la advertencia que hizo el
comisionado del INM, Ardelio Vargas: yo voy a cumplir la ley y la ley dice
clarito que el que esté en condición irregular, no tendrá libre tránsito por el
país. Simplemente, no pasará.
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