Alberto López Morales
Esteban Pablo Cervantes, de la CFE |
JUCHITÁN, Oax.- Convertidos
en rehenes en su propia tierra desde octubre de 2009, agraviados por sus
vecinos de San Mateo del Mar y víctimas del olvido gubernamental, los indígenas
huaves de Santa María del Mar enfrentan ahora la discriminación de sus propios
hermanos ikoots de San Dionisio del Mar y en una mezcla de metáfora y cruda
realidad, no ven que les llegue la luz.
En Santa María
del Mar, una pequeña localidad que pertenece a Juchitán, los 600 habitantes
esperan que les llegue la luz para poner fin a 100 años de un conflicto agrario
con San Mateo del Mar por la posesión de mil 93 hectáreas de un total de tres
mil 700 con que cuentan, según la Resolución Presidencial de 1984. También
esperan la luz para que tengan un acceso terrestre seguro, porque por su lado
poniente, pobladores de San Mateo del Mar les cerraron el paso con piedras y
cadenas desde el 18 de octubre de 2009.
La luz al final
del túnel, metafóricamente podría interpretarse como la salida a las
complicaciones que los pobladores de Santa María del Mar enfrentan
ancestralmente como la pobreza, la marginación, el desempleo y sus precarios
ingresos por la captura y venta de los productos del mar que capturan en la
Laguna Inferior o Mar Tileme y en las agrestes aguas del Pacífico mexicano,
además de las complicaciones que han surgido por la falta de agua potable y sin
acceso terrestre que los obliga a entrar y salir de su comunidad en lanchas y
bajo condiciones adversas de lluvia, sol y vientos con rachas superiores a 80
kilómetros por hora.
Sin embargo, la
impaciencia acumulada a lo largo de cuatro años y nueve meses por la espera de
la luz podría alargarse porque sus hermanos ikoots de San Dionisio del Mar se
oponen al proyecto para la introducción de una línea de media tensión de dos
fases de 27 kilómetros que vendría a beneficiar a 278 usuarios con sus
respectivas familias que viven en Santa María del Mar y en Pueblo Viejo, una
pequeña isla que pertenece a San Dionisio del Mar.
La luz, o sea la
electricidad, es la que también esperan que llegue a Santa María del Mar. ¿Por qué? Porque desde
que San Mateo del Mar les cerró el único acceso terrestre, constantemente y por
largos días no hay luz en Santa María del Mar y tampoco en Pueblo Viejo. La
línea de transmisión viene de Salina Cruz y pasa por San Pedro Huilotepec y San
Mateo del Mar. “Gente de San Mateo derriba los postes y corta las líneas”, acusan.
“Para el personal
de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), siempre ha sido un problema ir a
colocar nuevos postes y tender una nueva línea. En San Mateo del Mar no nos
dejan pasar y hay que negociar con las autoridades a veces hasta una semana y
eso es siempre desde 2009, cuando resurgió el conflicto social entre las dos
comunidades”, dijo por su parte el superintendente de la CFE, zona Istmo,
Esteban Pablo Cervantes.
En octubre del
2011, la Semana Nacional de Vacunación se suspendió en Santa María del Mar
porque por los fuertes vientos los médicos no pudieron ingresar por la lancha
desde el embarcadero de San Dionisio del Mar y porque “la gente de San Mateo
cortó los cables de electricidad y todas las vacunas que estaban en el refrigerador
del centro de salud se echaron a perder”, denunció en esa época, Aureliano
Mateo, quien se desempeñaba como regidor de Salud.
San Dionisio, ¡en
alerta!
Martín Rosas,
integrante de la llamada Asamblea General de San Dionisio que en el pasado
reciente se opuso a la construcción del parque eólico en la barra Santa Teresa,
que impulsaba el grupo de inversionistas de Mareña Renovables, señaló que el
proyecto para electrificar a Santa María del Mar no pasará.
Es un proyecto
que tiene “un trasfondo ambicioso, es un proyecto de empresas trasnacionales
que quieren imponer el parque eólico y están buscando cómo sacar la
electricidad que se genere con la operación de 32 aerogeneradores en Santa
María del Mar”, añadió Martín Rosas, a pesar de que la empresa Mareña
Renovables ya canceló la construcción del parque eólico tanto en la barra Santa
Teresa como en Santa María, donde aún se mantiene el contrato de renta por mil
hectáreas de tierras, que son motivo de la disputa agraria con San Mateo del
Mar.
Por la noche del
miércoles, dijo Martín Rosas, la Asamblea General de San Dionisio del Mar
ratificó su rechazo a cualquier proyecto eólico y al proyecto de electrificación
de Pueblo Viejo y Santa María del Mar. “Exigimos que la CFE revise el proyecto,
que informe de dónde viene el financiamiento y quiénes serán los beneficiados”,
dijo al tiempo de señalar que San Dionisio del Mar está ¡en alerta!
“Es proyecto de CFE,
no de eólicos”
El
superintendente de la CFE, zona Istmo, Esteban Pablo Cervantes pidió por su
parte que nadie se confunda con el proyecto para la construcción de la línea de
media tensión de dos fases. “Es una iniciativa de la Comisión Federal de Electricidad
y no de las empresas eólicas. Es un proyecto de la CFE para beneficiar a las
poblaciones de Santa María del Mar y de Pueblo Viejo, agencia de San Dionisio
del Mar, afectadas porque constantemente gente de San Mateo del Mar dañas las
instalaciones que energizan a ambas comunidades”, precisó.
De acuerdo con el
estudio elaborado por la CFE, el proyecto tendría un costo de entre ocho y
nueve millones de pesos. Desde San Dionisio hasta Santa María, se tendería una
línea de transmisión de 27 kilómetros y cerca de un kilómetro cruzaría a 80
metros arriba del nivel del Mar Tileme, entre Pueblo Viejo y Santa María del
Mar. El financiamiento es de la CFE.
“El proyecto
beneficiará a 278 usuarios y a sus respectivas familias de Pueblo Viejo y Santa
María del Mar. La línea será de media tensión en dos fases, no trifásica y será
exclusiva para uso de casas/habitación, de 200 voltios. También beneficiará a
la cabecera de San Dionisio del Mar porque se sustituirán todas las
instalaciones antiguas como las mismas líneas procedentes de Santo Domingo
Ingenio y los transformadores, con la finalidad de que terminen con las
variaciones de voltaje”, explicó Pablo Cervantes.
La Luz, “derecho de
Santa María”
Por su parte el
presidente municipal de Juchitán, Saúl Vicente Vásquez consideró que la
población de Santa María del Mar tiene derecho a la electricidad y a un camino
digno. “No pueden vivir bajo condiciones de alta vulnerabilidad”, dijo al
tiempo de señalar que si la Asamblea General de San Dionisio se opone a apoyar
los pobladores de Pueblo Viejo que también sufren los constantes apagones,
“pues será lamentable”, pero que su gobierno buscará con la CFE la forma e que
la luz llegue a Santa María del Mar.
“Queremos
beneficiar a Santa María del Mar. No podemos permitir que permanentemente estén
sin electricidad. Los desarrolladores eólicos no tienen nada que ver, incluso
el cabildo juchiteco ya aprobó meses atrás, que ningún proyecto eólico será
autorizado si antes no existe una consulta entre la población”, indicó el edil.
Para el alcalde
juchiteco, el proyecto para electrificar a Santa María del Mar es legítimo. Lo
demás son infundios, son suposiciones. Santa María reclama un derecho, como
también reclama que tenga su acceso terrestre porque el acceso marítimo es
peligroso en las temporadas de vientos y lluvias, además que encarece la vida.
“Vida triste”
Santa María del
Mar es una localidad que inicialmente perteneció como agencia de San Francisco
del Mar, después pasó bajo la jurisdicción administrativa de Juchitán. Es
habitado por indígenas ikoots y se localiza en una pequeña y larga franja de
tierra bañada al norte por aguas de la Laguna Superior o Mar Tileme y al sur
por aguas del Pacífico.
Para llegar a
Santa María del Mar, antes se recorría el camino que conduce del puerto de
Salina Cruz a San Mateo del Mar, pasando por San Pedro Huilotepec. Ahora el
viaje se complica. Tiene más vueltas y es más caro para los que comercian,
estudian o trabajan en el puerto. Para llegar a Santa María desde Juchitán hay
que pasar primero por Unión Hidalgo, después por Chicapa de Castro, agencia
juchiteca, bordear el acceso playero de San Dionisio del Mar y desde ahí, en el
embarcadero montarse en una lancha para un viaje de 30 minutos en el Mar Tileme.
Tarcisio Jiménez
José, agente municipal de Santa María del Mar, reveló que desde que se quedaron
sin acceso terrestre, la vida en la comunidad “es muy triste”, porque escasean
los víveres, a veces no llega el personal de la clínica y tampoco los maestros
y constantemente se quedan sin la energía eléctrica.
“No vemos que nos
llegue la luz”, dijo Tarcisio Jiménez, durante una visita que hizo a Juchitán,
cuando anunció que pobladores de Santa María del Mar protestarían con plantones
y bloqueos de carretera por la falta de energía eléctrica provocada por el
derribo intencional de postes y la línea de transmisión cerca del paraje
conocido como Santa Cruz, en los límites de San Mateo del Mar.
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