Alberto López Morales
SALINA CRUZ,
Oax.- Después de 14 días del derrame petrolero, provocado por el hundimiento de
la monoboya número tres, frente a Salinas del Marqués, PEMEX inició con los trabajos
de limpieza de algunas playas de Oaxaca contaminadas con coágulos de crudo.
En un comunicado
difundido este domingo, PEMEX informó además que se instaló una mesa de
atención de reclamaciones, para recibir la documentación que acredite a los
demandantes y los posibles daños ocasionados por el incidente”.
Las primeras
labores de limpieza comenzaron en Playa Brasil, donde a inicios de semana
aparecieron unas 10 tortugas muertas bañadas en chapopote. El agente de Playa Brasil, Augusto Ríos García, dijo que
PEMEX contrató a 135 pescadores para las tareas de limpieza.
Hasta el momento,
informó PEMEX, se ha concertado con las comunidades del municipio de
Tehuantepec y algunas de las agencias municipales de Salina Cruz, con las que
se continúa el diálogo.
“Una
vez que se revise la documentación y se obtengan los dictámenes de las
autoridades competentes, sobre los alcances de las eventuales afectaciones a
las actividades económicas y al entorno ecológico, se determinarán las
indemnizaciones que se deban cubrir a cada uno de los sectores”, informó la
paraestatal.
De acuerdo con
reportes de los pescadores en otras playas, como Guelaguichi, Cangrejo y
Concepción Bamba, aún no comienzan los trabajos de limpieza y tampoco de las
lagunas contaminadas donde hay proyectos de aprovechamiento sustentable del
camarón.
“Representantes
de Petróleos Mexicanos sostienen reuniones de coordinación con los líderes de
pescadores ribereños y prestadores de servicios turísticos y otras
organizaciones, de las playas afectadas por la descarga de hidrocarburo
originado por el hundimiento de la monoboya No. 3 del puerto petrolero de
Salina Cruz”, señaló PEMEX en su comunicado.
La delegada
estatal de la PROFEPA Laura Ernestina Aguilar Chagoya había advertido desde el
jueves que si PEMEX no procedía a limpiar las playas, establecería una querella
ante la PGR por el incumplimiento de la medida ordenada por esa dependencia.
El derrame de
petróleo crudo contaminó más de 10 playas oaxaqueñas y propició la suspensión
de toda la actividad pesquera, así como la venta de mariscos en los
restaurantes de las comunidades afectadas. Casi mil pescadores padecen la falta
de ingresos por la contaminación.
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