La peligrosa labor de Solalinde a favor de los migrantes
+Hoy recibirá a la caravana Paso a Paso hacia la Paz
+También se reunirá con el relator de la OEA, Felipe González
+Frenar los secuestros de “sin papeles”, el reto
Alberto López Morales
CIUDAD IXTEPEC, Oax.- En el año 2005, cuando el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra asumió la defensa de los migrantes centroamericanos desde la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), supo, dijo, que la tarea no sería fácil.
Seis años después, Solalinde Guerra aceptó la protección del gobierno de Oaxaca a través de un grupo de policías ministeriales que resguarda su integridad desde enero, luego que recibió amenazas de muerte de parte del crimen organizado.
Bajo la vigilancia de su jefe de escoltas, que siempre luce una pistola tipo escuadra en la cintura, el prelado comenzó a prepararse para viajar a la capital oaxaqueña y recibir al relator de la Comisión Interamericana de derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Mientras Alejandro Solalinde buscaba en su computadora portátil los archivos de infinidad de denuncias por secuestros y extorsiones “que el gobierno de México ha negado y ha dejado impunes”, apenas si soltó una leve sonrisa ante los recuerdos marcados por los riesgos en su defensa a favor de los migrantes.
─Costó trabajo conseguir el terreno para el albergue, ¿no? ─recordó. En el 2006, las propias autoridades municipales de esa época presionaron al dueño de un predio, que ya había dado su consentimiento para la venta, para que se desistiera.
En ese entonces la autoridad municipal argumentó que la presencia de los migrantes significaría un peligro para la tranquilidad de la población, tanto que azuzó a una parte de ella en el 2008, cuando intentaron quemar el albergue y linchar al sacerdote Solalinde.
Pese a los obstáculos que enfrentó, Solalinde Guerra consiguió un predio a unos 500 metros al poniente de la vieja estación ferroviaria donde cada tercer día llega el tren desde Arriaga, Chiapas, con su carga de 200 centroamericanos montados en el lomo de La Bestia.
“Nos estamos preparando para recibir este miércoles a los integrantes de la Caravana Paso a Paso hacia la Paz (procedente de Chiapas), pero no puede dejar de pensar que la visita a Coatzacoalcos y a Tierra Blanca, Veracruz, es de mucho riesgo porque es el nido de los zetas”, dijo.
Es un viaje muy peligroso, acotó al tiempo de que entrecerró los ojos que después chispearon con un signo de orgullo ante su obra, el albergue “Hermanos en el Camino”, donde los “sin papeles” duermen, se alimentan, descansan y reciben atención médica tras casi 14 horas de viaje montados en el tren desde Arriaga, Chiapas, bajo el sol, el viento o la lluvia.
“Es un viaje de mucho riesgo y con muchos peligros porque no somos policías, no somos investigadores, pero vamos al encuentro de la sociedad civil para que nos ayude a detener los secuestros y los reclutamientos forzados”, confesó.
Para el sacerdote Solalinde, que tuvo su prueba de sangre y dolor en mayo de 2006, al asistir a media docena de centroamericanos heridos tras el descarrilamiento del tren, cerca de Ixtepec, donde murió el hondureño Miguel Caballero, el gobierno mexicano se ha visto omiso, cómplice e ineficaz ante el drama que viven los centroamericanos envueltos en la violencia de México.
“Por esa razón apostamos por pedirle a la sociedad civil que nos ayude con sus denuncias, porque el gobierno mexicano es ineficaz para frenar los secuestros y los reclutamientos”, machacó el prelado.
Antes de partir a la capital oaxaqueña, el sacerdote Solalinde Guerra reveló que el relator de la OEA, Felipe González llegará este miércoles al albergue “Hermanos en el Camino”. Recibirá testimonios de migrantes víctimas de secuestros y de las acciones teatrales del gobierno mexicano que se empeña en negar sistemáticamente la existencia de los plagios, señaló.
─ ¿Qué esperan de la visita del relator?
─Esperamos que nos escuche y que tenga contacto con las víctimas de los secuestros. Esperamos que con su facultad vinculatoria (el peso jurídico sobre las acciones del gobierno de México), contribuya a parar los secuestros de migrantes que de 2010 a la fecha suman 11 mil 330 plagios.
─ ¿Será posible, sobre todo por la experiencia que vivió al reunirse con la Alta Comisionada de la ONU, Navy Pillay?
─Con Navy nos reunimos ahora que vino. Nos escuchó, se llevó los informes que le presentamos de varios casos de secuestros, pero va con el gobierno de Felipe Calderón y ahí ella escucha una total negación. Le dicen que en México no hay secuestros, no hay atropellos y no hay violencia contra los migrantes. No sé qué pueda pasar después de esa visita.
─ ¿Entonces?
─Pues por lo menos vamos abollarle el prestigio a este gobierno, no al país eh, que quede claro, a este gobierno de Felipe Calderón que presume pero que no se distingue por la defensa de los derechos humanos y menos de los migrantes.
Solalinde Guerra hace una pausa. El silencio solo es roto por los ruidos que llegan de la cocina y del comedor donde grupos de hombres y mujeres jóvenes terminan de comer algo de arroz y pequeñas piezas de pollo.
Ixtepec, suelta de pronto el sacerdote, es un punto estratégico para los migrantes. Aquí confluye el tren que los trae de Chiapas y el tren que los lleva a Medias Aguas Veracruz, y por eso también es estratégico para los criminales. Por eso han querido corrernos, por esos nos amenazan.
Vuelta al silencio, esta vez menos prolongado. “El día que la delincuencia organizada tome por asalto a Ixtepec, la violencia se desatará”, advirtió severo.
─Sí, Ciudad Ixtepec es estratégico porque es el paso obligado de los migrantes en su ruta hacia Estados Unidos, pero la población está acostumbrada a convivir con el flujo migratorio. Por eso le da a los migrantes empleos, alimentación, ropa, calzado. Le da la mano al migrante en señal de hermandad ─, añadió por separado el alcalde ixtepecano, Félix Serrano.
Y a esta ciudad estratégica en la ruta del migrante llegarán los integrantes de la Caravana Paso a Paso hacia la Paz. El miércoles visitarán el albergue fundado por Solalinde Guerra y el jueves, después de una ceremonia en la vieja estación del tren, saldrán hacia Coatzacoalcos, Veracruz, para unirse a la caravana procedente de Tabasco.
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