Alberto López Morales/Corresponsal
JUCHITÁN, Oax.- Pequeños
comerciantes que viven de la venta de totopos en las calles, dulces y frutas en
las inmediaciones de las escuelas y empleados de tiendas que cerraron sus
puertas tras ser saqueadas, son las otras víctimas del largo conflicto social
que vive la entidad oaxaqueña.
Doña Guadalupe
Gómez Orozco, es una de las víctimas. Desde hace 32 años vende frutas y dulces
frente a la escuela primaria “Daniel C. Pineda”, de esta ciudad. Con el inicio
del paro magisterial, el lunes 16 de mayo, ella dejó de vender ahí.
“Para sobrevivir
pues ahora vendo donas azucaradas de harina y empanadas de leche”, dijo. Todos
los días camina con una bandeja en la cabeza y otra en la cintura para ofrecer
sus productos “a cuatro por 10 pesos”, pero el problema que enfrenta “es que no
hay buena venta”.
Durante la semana
del 20 al 25 de junio, cuando arreciaron los bloqueos en las carreteras y
provocaron el desabasto de harina para hacer las donas y empanadas, doña Guadalupe
se las ingenió para elaborar y vender de casa en casa elotes y atole.
Por ahora ya
suspendió la venta de elotes porque “como no ha llovido suficiente, pues no hay
maíz y cuando hay, el saco de 100 elote se vende en 350 pesos”. Antes el saco costaba
250 pesos. El precio se incrementó porque los campesinos pagan más por el
traslado ante los bloqueos.
Doña Flor Pin
Santiago, originaria del poblado zapoteca de Santa María Xadani, la tierra del
totopo, también ha sido víctima del conflicto social. Durante dos semanas quedó
“atrapada” en la capital oaxaqueña después que la empresa camionera ADO
suspendió sus corridas.
Ella vive de la
venta ambulante de unos 800 totopos por día. Las bolsas con 50 piezas las vende
entre 65 y 70 pesos, dependiendo si gasta más para trasladarse a otra comunidad
vecina como El Espinal. Del 13 al 24 de junio no vendió nada porque no podía
viajar de Oaxaca a Xadani.
“Fui a la ciudad
de Oaxaca a visitar a mi hermana que dio a luz. Iba a regresar el lunes 13 de junio,
pero por los bloqueos no pude salir y a la semana me dijeron que de plano ya no
estaban saliendo los autobuses”, comentó.
En Oaxaca, añadió
ella tenía una doble preocupación: como jefa de su familia pensaba en sus dos
hijos menores que aún cursan la primaria y que por ahora no tienen clases por
el paro de los maestros y pensaba además en sus clientes que prefieren sus
totopos.
Hasta el momento,
después de que se generalizaron los bloqueos de carreteras y jóvenes encapuchados
quemaron el 19 de junio en esta ciudad dos autobuses de la línea SUR
administrada por ADO, la empresa no ha reanudado sus corridas.
Las terminales de
primera y segunda clase de esta ciudad se observan vacías. De vez en cuando
llegan algunas personas en busca de información. No hay filas de taxistas en
espera de pasajeros como normalmente ocurría. Tampoco hay vendedoras que con
sus gritos ofrecían panes y tacos.
No hay corridas
para la capital oaxaqueña, ni para las ciudades de Chiapas, Veracruz, Tabasco o
Quintana Roo. Tampoco para Huatulco. Solo hay corridas de las líneas locales
que comunican con las poblaciones del Istmo de Tehuantepec.
Doña “María”, así
prefirió que se le identificara por temor a represalias, lleva varios días que
no trabaja normalmente. La tienda donde contrató como cajera es filial del
corporativo Walmart y cerró sus puertas al público ante el temor del saqueo.
“Por fortuna nos
están pagando completo. Solo vamos a limpiar los productos caducados como
verduras, frutas y lácteos y ahí estamos de siete de la mañana a siete de la
noche”, dijo en medio de la incertidumbre porque no sabe cuándo abrirá la
tienda.
Cerca de esa zona
ubicada en el sector poniente de la ciudad, por la carretera Transístmica, hay
otras tiendas que fueron víctimas del saqueo también siguen cerradas. Una
agencia de vehículos, de donde se robaron cuatro automóviles aún no abre sus
puertas.
Taxistas y
mototaxistas que ofrecen sus servicios en las terminales camioneras y en las
tiendas departamentales, y las mujeres que venden alimentos a las afueras de
ambas empresas, son víctimas colaterales, como Flor, Guadalupe y “María”, del
conflicto social que sacude a Oaxaca.
el paro afecta a todos, por eso la organización para saber el alcance y la magnitud del conflicto de intereses. los males de méxico son ancentrales y están saliendo a la luz el mal comportamiento de cada bando. la lucha del verdadero maestro es justa , de los casiques de siempre no tendrán cabida y cuando el asunto se logre cada quien tendrá que dar cuenta y razón del manejo de los bienes y quien pase los filtros de honestinad supongo que tendrán la aprobación de la sociedad y los que no tendrán que dedicarse a otra cosa. tanto la falsa autoridad y el sindicato de maestros tiene sus pecados pués no hay duda que desde la época de elba esther ya algunos maestros lucian camionetas hunter y eso pués es señal del mal manejo de los dineros de los maestros. el asunto es delicado porque nunca se preocuparon por enseñanza y por eso estamos en una sociedad carente de valores morales de la cuál todos participamos, por eso eso requerimos de cambios profundos y no basta con que se pongan a platicar hipócritas que terminarán enlodanda la noble causa de devolver al pueblo de méxico de conducirse con dignidad y rectitud.
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