miércoles, 13 de agosto de 2014

La vida entre ductos, fugas y derrames

Alberto López Morales
Nueva fuga de amoniaco
     JUCHITÁN, Oax.- El promocional que circula en las redes sociales dice que “el corredor Transístmico es un proyecto que Pemex está haciendo realidad” y añade que la idea es “aprovechar el Istmo de Tehuantepec para transportar gas natural por ductos”. Sin embargo, entre pobladores de 25 comunidades de la zona norte del Istmo, nadie conoce los impactos de ese proyecto y entre ellos crece el rechazo y la oposición ante el miedo de vivir sobre un nuevo polvorín.
     A los habitantes de la zona norte les sobra razón para vivir en medio de la incertidumbre porque apenas este martes se registró una nueva fuga de amoniaco en una garza de la tubería de Pemex. La fuga ocurrió en el poblado Reforma, que pertenece al municipio de El Barrio de la Soledad, a la altura del kilómetro 211 de la carretera Transístmica. Es el décimo incidente petrolero en los últimos tres años en la zona norte, informó el delegado de Protección Civil del Istmo, Tore Knape Macías.
     Pobladores de las comunidades que pertenecen a los municipios de El Barrio de la Soledad, Santa María Petapa, Matías Romero y Asunción Ixtaltepec apenas si conocen que Pemex contempla en el su famoso proyecto del Corredor Transístmico, la rehabilitación de un ducto de 12 pulgadas para transportas gas natural desde Coatzacoalcos, Veracruz hasta la refinería “Antonio Dovalí Jaime” del puerto de Salina Cruz, Oaxaca.
     Ese gasoducto se sumaría a los oleoductos de 40 y 30 pulgadas y al poliducto de 16 pulgadas que transportan hidrocarburo y sus derivados y que se localizan prácticamente enterradas casi bajo las viviendas de las familias istmeñas. Con el transporte de gas natural a través del nuevo gasoducto, Pemex sustituiría el consumo de 12 mil barriles diarios de combustóleo y aplicaría en el sector ductos, una inversión de dos mil 500 millones de pesos.
     “Pemex no ha informado nada sobre ese gasoducto, al contrario, se niega a decirnos cuándo van a pagar los daños causados por la fuga de amoniaco que se registró el 20 de agosto del año pasado. La fuga de amoniaco, donde murieron nueve personas, va cumplir un año y Pemex no ha pagado los daños ocasionados a la flora, a la fauna, a los maizales y por la contaminación de ríos y arroyos”, señaló con severidad el agente municipal de Chivaniza, perteneciente a El Barrio de la Soledad, Pablo Ramírez.
     De acuerdo con el promocional que Pemex difunde a través de un video que circula en las redes sociales, se pretende aprovechar las ventajas del Istmo de Tehuantepec que une al Golfo de México con el Pacífico mexicano. El transporte de gas natural por el gasoducto reduciría a siete días un viaje de 16 días por el Canal de Panamá. Entre los proyectos de Pemex se planea una inversión de tres mil 400 millones de pesos para modernizar su flota petrolera, la sustitución de embarcaciones menores, la construcción de muelles en las terminales petroleras de Salina Cruz y Coatzacoalcos y la adquisición de mono boyas modernas.
     Frente a los propósitos modernizadores de la infraestructura petrolera a través de hacer realidad el Corredor Transístmico, la irritación de los pobladores crece como el miedo que resurgió este lunes con la nueva fuga de amoniaco que provocó alarma entre la población de Reforma, un pequeño poblado de 300 habitantes de El Barrio de la Soledad. No hubo necesidad de desalojar a las familias, pero el riesgo es latente, dijo Tore Knape.
     Apenas el 25 de julio de este año, los habitantes del poblado El Polvorín, que pertenece a Santa María Petapa, en la zona norte del Istmo, fueron llevados a un albergue de Matías Romero, luego que se registró un derrame de gasolina provocado por ladrones de combustible que dejaron abierta una válvula del ducto. Pemex no ha informado que medidas tomará para mitigar los daños al medio ambiente pues hubo contaminación de arroyos y mortandad de peces, acusó el dirigente de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas Torres.
     Dentro del proyecto de Pemex, conocido como Corredor Transístmico se planea una inversión de seis mil 150 millones de dólares para reconfigurar la refinería de Salina Cruz, construir dos nuevos ductos de Salina Cruz a las ciudades de Oaxaca y Tuxtla Gutiérrez para transportar hidrocarburos, modernizar las terminales portuarias de Salina Cruz y Coatzacoalcos y modernizar la refinería “Lázaro Cárdenas” de Coatzacoalcos, entre otras acciones.
     Pemex tiene muchos proyectos, pero lamentablemente no ha informado a la población y menos han querido hablar con nosotros, dijo el presidente municipal de Asunción Ixtaltepec, Rubén Antonio Altamirano, quien añadió que en las agencias de Chivela, Morrito y Mezquite hay una fuerte oposición a que se construya el gasoducto. Nadie sabe nada sobre ese proyecto, apuntó.
    Los habitantes de unas 25 comunidades de la zona norte le exigen a Pemex que remedie las afectaciones al medio ambiente donde han ocurrido fugas de amoniaco o derrame de crudo y de gasolina, como ocurrió en el ejido Nuevo Progreso donde hubo un derrame de crudo en el 2011 o como el que se registró en el 2012 en el rancho del señor Roberto Trujillo, en Sarabia, que pertenece a San Juan Guichicovi, detalló Carlos Beas Torres.
     Apenas la semana pasada las autoridades auxiliares y agrarias de las 25 comunidades que se oponen a la construcción del gasoducto se reunieron en Matías Romero, donde demandaron que Pemex aplique un programa de desarrollo social e integral en las localidades afectadas por los derrames y fugas y que viven en constante riesgo por la red de ductos, poliductos y oleoductos que pasan casi bajo las humildes viviendas de las familias istmeñas.


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