Alberto López Morales
CIUDAD IXTEPEC,
Oax.- Con filosos cuchillos en las manos que pican con fuerza la carne de cerdo
al ritmo alegre del reagatton con el canto “En este mundo no sería feliz”, los
salvadoreños Fernando Gómez y Omar Chávez, preparan la cena de Nochebuena para
recibir la Navidad en el albergue Hermanos en el Camino.
“Vamos a cenar
picadillo de cerdo. Ya tenemos todos los ingredientes”, dijo orgulloso el
salvadoreño Omar Chávez, quien desde hace cinco meses tiene a su cargo la cría
de 12 cerdos y la siembra de hortalizas propiedad del albergue para proveer de
alimentos a los migrantes.
En la cocina y
comedor del albergue, que en febrero cumplirá siete años de existencia fundado
por el sacerdote Alejandro Solalinde, para atender a los centroamericanos, el
movimiento es incesante. Hay personas que recogen la basura, otras pican la
cebolla y el ajo.
Destacan entre
los que ayudan a preparar la Nochebuena, el joven matrimonio formado por Mayté
Ortiz, nacida en Orlando, Florida, y su esposo Juan Israel Méndez, nacido hace
22 años en Ecuador. “Los dos estudiamos la carrera de asuntos públicos para
ayudar a los migrantes”.
Mayté y Juan
Israel se casaron hace cuatro meses y cuando conocieron del trabajo que realiza
el sacerdote Alejandro Solalinde, tomaron la decisión de llegar al albergue
como voluntarios para acompañar a los niños migrantes que requieren atención
médica al hospital civil.
Mientras los
salvadoreños Fernando Gómez y Omar Chávez pican la carne de cerdo y llenan las
palanganas, otros preparan el horno y acarrean leña. Unos más, los que llegaron
en las últimas horas, duermen en el piso de cemento de la capilla bajo la mirada
de Cristo crucificado.
Lejos de sus
países, en su ruta hacia Estados Unidos, los migrantes trabajan y tararean el
canto de reagatton de Nigga, el cantante de Puerto Rico. “En este mundo no
sería feliz si no te tengo junto ami”. “Vamos a disfrutar la Nochebuena y la
Navidad con posada y misa”, comentó Alejandro Solalinde Guerra.
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