Alberto López Morales
Playa Vicente, cubierto de agua |
JUCHITÁN, Oax.- Pescadores
de Playa Vicente y palmeros de Unión Hidalgo, afectados por las lluvias, pidieron
la ayuda de las autoridades para que sean incluidos en un programa de empleo
temporal, debido a que sus áreas de trabajo se encuentran aún inundadas.
En Playa Vicente,
agencia de esta ciudad zapoteca del Istmo de Tehuantepec, hay cerca de 70
palapas cubiertas de agua. “Desde el 15 de septiembre todo se inundó y no
podemos vender nada”, narró angustiada doña Luz María Gutiérrez Zavala, madre
de cinco hijos pequeños.
Los pescadores
tampoco han podido salir a la pesca en la Laguna Superior, dijo el agente
municipal, Faustino Luis Martínez, quien recordó que en la temporada vacacional
de Semana Santa, tampoco tuvieron ventas porque un grupo de antieólicos bloqueó
el camino.
“En la Semana
Santa no tuvimos ingresos porque algunos pescadores y campesinos que se oponen
a la construcción del parque eólico propiedad de la empresa Gas Natural Fenosa
cerró el acceso en Playa Vicente y ahora
con las lluvias estamos peor”.
Para mitigar la
falta de empleos e ingresos, la dirección de la Unidad Municipal de Protección
Civil (UMPC), entregó despensas y colchonetas del Fonden a la población
afectada. “Entregamos 150 paquetes de víveres”, informó el subdirector de la
UMPC, Daniel Morán Pineda.
El Palmar, inundado
Laureano Toledo dijo que las lluvias dañaron la palma |
En la comunidad
zapoteca de Unión Hidalgo, distante a unos 250 kilómetros al sureste de la
capital oaxaqueña, cerca de 80 jefes de familia que se dedican al corte y venta
de la palma, tienen 15 días sin ingresar a su área de trabajo que se encuentra
inundado.
“Las lluvias
dañaron la palma, miles de piezas que deberíamos vender en Puebla y Huajuapan,
donde elaboran cestos, canastas, tenates, bolsas y accesorios como carteras,
con la palma, se pudieron con la lluvia y la humedad”, reveló Laureano Toledo,
conocido como “El Palmerito”.
Cada uno de los
palmeros gana al mes un promedio de dos mil 500 pesos con la venta de la palma
confeccionada en cinta o trenza, blanca o con tintes. “Ahora no hemos vendido
nada y tampoco podemos ir al corte porque todo El Palmar, unas 800 hectáreas,
sigue inundado”.
“Queremos que la
gente de gobierno mire hacia nosotros y ojalá nos den un apoyo del programa de
empleo temporal porque la cosa está muy crítica y no sabemos cuándo bajará el
agua en El Palmar”, dijo Laureano Toledo.
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