ALBERTO LÓPEZ MORALES
Juchitán, Oax.- Después
de mantener bloqueada la carretera Transístmica por 58 horas, ganaderos y
campesinos juchitecos que exigían la liberación de recursos de Conagua para
combatir la sequía extrema que afecta al sur de Oaxaca, suspendieron sus
movilizaciones.
El bloqueo sobre
la carretera federal 185 que comunica a los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, y
Coatzacoalcos, Veracruz, comenzó a las 07: 00 horas del pasado jueves. Los
campesinos y ganaderos demandaron la liberación de 105 millones de pesos para
perforar 800 pozos.
Los
representantes del Frente Amplio de Productores Agrícolas y Ganaderos de esta
ciudad, encabezados por Obed Sánchez, Valentín Toledo y Pablo Sánchez,
suscribieron esta tarde un acuerdo con funcionarios del gobierno federal y
estatal para abrir el paso vehicular.
Entre los
acuerdos destacan la liberación de 10 millones de pesos para perforar 433 pozos
semi profundos (entre 10 a 20 metros), en los predios ubicados dentro de los
módulos 10, 11 y 12 del distrito de riego 019 que dejó de surtirle agua a los
campesinos.
Los módulos
mencionados concentran a unos 800 campesinos y ganaderos afectados por el
cierre adelantado de la presa “Benito Juárez”, de Jalapa del Marqués que
suspendió el riego a fines de febrero y no el mes de mayo porque se quedó sin
agua ante la ausencia de lluvias.
Según el convenio
firmado esta tarde en esta ciudad, los 10 millones de pesos también
beneficiarán a los campesinos de los poblados Chicapa de Castro y Álvaro
Obregón que pertenecen al municipio juchiteco pero que no forman parte del
distrito de riego 019.
Originalmente,
los campesinos juchitecos que bloquearon la carretera Transístmica desde la
mañana del pasado jueves exigieron la aplicación de 105 millones de pesos para
rehabilitar y perforar 800 pozos, anunciados por el director de Conagua,
Roberto Ramírez, a principios de abril.
De acuerdo con el
mapa del Monitor de Sequía de la Conagua, 28 municipios del Istmo de
Tehuantepec enfrentan la sequía extrema desde hace casi tres años, lo que ha
provocado la muerte de miles de bovinos y pérdidas en la producción de leche y
sus derivados como el queso.
Desde mediados de febrero de este año, los
ganaderos alertaron que la sequía se agudizó en la región del Istmo de
Tehuantepec, que dispone de un hato ganadero estimado en 750 mil cabezas de
bovino, equivalente al 51% de vacunos que dispone la entidad oaxaqueña.
Desde el 15 de este mes, los diputados
locales de la 63 Legislatura oaxaqueña aprobaron un punto de acuerdo propuesto
por el legislador istmeño, Donovan Rito García, en el que exhortaron al
gobernador Alejandro Murat, que pidieran la declaratoria de “emergencia por sequía extrema”.
El domingo 12 de febrero, las autoridades de
Conagua ordenaron el cierre de las cortinas de la presa Benito Juárez, de
Jalapa del Marqués, que suspendieran el riego sobre 22 mil hectáreas de
cultivos como de maíz que siembran los indígenas zapotecas.
El 10 de marzo el gobernador Alejandro Murat
anunció ante las autoridades de los 28 municipios afectados que solicitó al
gobierno federal la declaratoria de emergencia para el Istmo de Tehuantepec,
por la sequía extrema que golpea al sur de Oaxaca.
Después, sin declaratoria de emergencia “porque
se solicitó fuera de tiempo”, según les dijeron a los campesinos, fue que la
Conagua anunció a inicios de abril la aplicación de 105 millones de pesos para
rehabilitar y perforar rehabilitación 300 nuevos pozos.
Tras liberarse la carretera Transístmica, se
restableció la comunicación entre esta ciudad y Tehuantepec, mientras los
campesinos señalaron que esperarán que el lunes entrante se concreten los
acuerdos.
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