Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.- La
imagen es ruinosa: a la entrada oriente del puente de fierro que cruza arriba
del río Los Perros siguen, como testimonio vandálico, los esqueletos de dos
autobuses de pasajeros que fueron incinerados desde el domingo 19 de este mes.
Los armazones de
los dos autobuses quemados no obstruyen el paso vehicular sobre la carretera
Transístmica cerca del lugar conocido como Canal 33, donde los maestros
bloquean, pero advierten a los usuarios del transporte foráneo que viajar en
estos tiempos es una odisea.
“Viajar así, con
tantos bloqueos es riesgoso, pero también es caro porque hay que transbordar en
mototaxis varios puntos para tomar el camión”, relató Gabriela Rasgado, quien
viaja todos los días de esta ciudad a Salina Cruz, donde trabaja en un negocio
de materiales de construcción.
Desde que se
instalaron los bloqueos sobre la Transístmica, el lunes 13, doña Gabriela gasta
en su viaje de Juchitán a Salina Cruz más de 100 pesos. En condiciones normales
el pasaje cuesta 76 pesos. “Me da miedo porque llego a Juchitán casi a las ocho
de la noche y hay que caminar”.
Luego de cruzar
el puente de fierro que está sobre el río Los Perros, quien se transporta en
vehículos pequeños, como los petroleros que trabajan en la refinería o en otras
instalaciones petroleras, deben tomar rutas de terracería donde pagan una
especie de derecho de paso.
Para los
trabajadores y comerciantes, este miércoles fue uno de esos días más pesados
para regresar de Salina Cruz a esta ciudad zapoteca: Se toparon con dos
bloqueos. Uno frente al hospital del IMSS y el otro frente a la gasolinera “Dos
Océanos”, por un lío entre transportistas.
Ambos bloqueos
terminaron antes de las 15:00 horas, pero los maestros volvieron a cerrar la
Transístmica entre Tehuantepec y Salina Cruz, cerca del acceso al poblado de
San Antonio Monterrey. Hasta ahí llegan los pocos autobuses de pasajeros que
prestan el servicio.
Un directivo de
una de las líneas del transporte foráneo entre las poblaciones del Istmo de
Tehuantepec, quien pidió la reserva de su identidad “para evitar problemas”,
dijo que hacen lo que pueden para “acercar a los pasajeros a su destino”.
“Viajar de Juchitán a la capital de Oaxaca en
estos tiempos es una verdadera hazaña”, comentó Porfirio Díaz Molina,
trabajador del Instituto Electoral Oaxaqueño, quien fue citado para mañana
temprano en la sede del IEEPCO y desde la tarde de ayer no hallaba la forma
para trasladarse.
“Fui a la
terminal de la línea ADO y me dijeron que por el momento no hay corridas para
ningún punto. Solo me dieron la opción de tratar de llegar a Magdalena
Tequisistlán, porque de ahí para adelante hay corridas a Oaxaca pero hasta
antes de las nueve de la noche”, refirió.
Díaz Molina hizo
sus cuentas para llegar a los bloqueos que realizan los maestros en el Canal 33
de Juchitán, en el Caracol de Tehuantepec y el de Jalapa del Marqués, transbordando
en taxis, y concluyó que pagaría unos 700 pesos de un viaje que normalmente
cuesta 280 pesos.
También es una
proeza llegar a Matías Romero, en la zona norte del Istmo, saliendo de
Juchitán. Este miércoles los conductores de camiones de carga cerraron el
acceso a dos kilómetros de donde los maestros mantienen su bloqueo.
Como en los
últimos, esos bloqueos de los transportistas obligan a los conductores de
vehículos pequeños a tomar dos rutas alternas a partir del poblado cementero de
Lagunas. Son caminos pedregosos y el avance es lento.
Debido a los
cierres de carreteras, los conductores de los camiones que transportan insumos
para la pequeña industria y la mercancía para el mercado están ingresando por
la capital chiapaneca, pero en los últimos días los maestros han mantenido el
bloqueo en Zanatepec.
Mientras tanto,
resguardados por enormes manchas de filosos cristales de botellas rotas y
punzantes alambres de neumáticos quemados, las “osamentas” de los dos autobuses incinerados siguen ahí, sobre el asfalto
de la Transístmica sin que ninguna autoridad los retire.
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