Alberto López Morales
SALINA CRUZ,
Oax.- Después de dos meses del hundimiento de la monoboya, propiedad de Pemex,
frente a las costas de Salina del Marqués, que contaminó con grumos de crudo 17
playas oaxaqueñas, áreas de mangle y dañó a la fauna marina, los pescadores y
restauranteros aún siguen en espera, impacientes y molestos, que la paraestatal
mitigue los daños al medio ambiente y les indemnice.
“Pese a que Pemex
contrató a los pescadores mediante un programa de empleo temporal para la
limpieza de las playas a través de una empresa privada, del fondo del mar y
debajo de la arena todavía siguen saliendo coágulos de crudo como lo
constatamos en un recorrido por las playas Cangrejo, Guelaguichi Azul, Brasil y
Salinas del Marqués”, señaló la diputada presidenta de la Comisión de Ecología
del Congreso Local, Aleida Serrano.
La molestia en
contra de Pemex crece. Pescadores que pertenecen a las comunidades del
municipio de Tehuantepec, como Santa Gertrudis Miramar, Rincón Bamba,
Garrapatero y Morro Mazatán se manifestaron a fines de septiembre con un
bloqueo sobre las carreteras Transístmica y Costera para reclamar el pago de
las indemnizaciones.
“Los funcionarios
de Pemex han dicho que cubrirán las indemnizaciones siempre y cuando los
pescadores de las playas afectadas con la contaminación estén en el censo
pesquero, pero la mayoría de ellos son libres, no están registrados ante
ninguna oficina de pesca, pero buscamos que la paraestatal acepte que las
autoridades municipales avalen que sí viven de la pesca”, dijo el representante
del gobierno de Oaxaca en el Istmo, Rodrigo Velázquez García.
Proponen repoblación
de crustáceos
Los pescadores de
alta mar que integran la flota camaronera de Oaxaca, que anualmente capturan un
promedio de 300 toneladas del crustáceo de exportación y consumo nacional en el
Golfo de Tehuantepec, están preocupados “por los daños colaterales” provocados
por la contaminación y que, a juicio de ellos, los directivos de Pemex “no
valoran”, como la alerta emitida por las autoridades norteamericanas para
evitar el consumo de mariscos procedentes de zonas afectadas por derrames
petroleros.
“No debemos
olvidar que en Estados Unidos de Norteamérica existe un estudio elaborado por
investigadores mexicanos que refieren la existencia de elementos cancerígenos
en los camarones, a consecuencia de los derrames petroleros, emisiones de gases
y residuos procedentes de la refinería Antonio Dovalí Jaime, ubicada en este
puerto de Salina Cruz, reveló el presidente de la Unión de Productores y
Organizaciones Pesqueras de Oaxaca, Anselmo López Villalobos.
De acuerdo con un
estudio realizado por el biólogo Martín Wilibaldo Watson Saucedo, contratado
por los pescadores de alta mar, el derrame de hidrocarburo no solo mató
tortugas golfinas y contaminó playas, mangle y lagunas sino que asesinó “a los
organismos acuáticos más vulnerables” como “las poblaciones naturales y
millones de huevecillos, larvas y postlarvas de camarón”.
Frente a ese
panorama desolador para el futuro de la industria camaronera la Unión de
Productores y Organizaciones Pesqueras,
que se ha reservado el derecho a manifestarse en contra de Pemex, elaboró el
Programa emergente para la repoblación de
hembras maduras de camarón blanco y café, así como de 120 millones de
postlarvas del crustáceo en la zona costera y sistemas lagunares del Golfo de
Tehuantepec.
El dirigente de
los pescadores de alta mar de Oaxaca, Anselmo López Villalobos estimó que el
programa emergente, que comenzaría a aplicarse en noviembre para concluir en
junio del año entrante, tendría un costo para Pemex de casi cinco millones de
pesos, “mucho más barato si nos vamos por la vía penal, donde la paraestatal
enfrentaría una demanda superior a los mil millones de pesos”.
Si Pemex accede a
aplicar dicho plan emergente de repoblación, añadió, los pescadores de alta mar
dejarían de pescar durante tres años desde la zona comprendida de bahía La
Ventosa hasta Chipehua, a condición de
que la paraestatal cubra una indemnización adicional de 100 mil pesos, durante
tres años, para cada una de las 32 embarcaciones que forman la flota camaronera
de Oaxaca.
La propuesta del
programa emergente de repoblación será presentada este 21 de octubre ante
legisladores federales y estatales, así como funcionarios de Semarnat, Profepa
y del gobierno de Oaxaca. “Si Pemex no acepta nuestra propuesta, entonces nos
obligará a tomar las calles para protestar porque no vamos a permitir que los daños
al ecosistema marino y al medio ambiente queden impunes y nos perjudique”,
advirtió López Villalobos.
Pemex no ha cumplido
El presidente municipal de este puerto de
Salina Cruz, Gerardo García Henestroza lamentó “la insensibilidad” que exhiben
los funcionarios de Pemex que ha provocado protestas de los pescadores y
denunció que las playas de Salinas del Marqués, Azul y Brasil, siguen
apareciendo manchas de crudo.
Los pescadores atribuyeron esas manchas a
dos hechos: que el lecho marino expulsa los
grumos y al viento que remueve la arena y deja al descubierto el crudo
que se filtró en las playas desde los primeros días del derrame ocasionado por
el hundimiento de la monoboya, el once de agosto de este año.
“Pemex está
demandado penalmente por la Profepa, por las muertes de tortugas y la
contaminación de las playa y también tiene una demanda ante la PGR que
presentamos como autoridades”, señaló el presidente porteño, Gerardo García
Henestroza, quien acusó a la paraestatal de negarse a cubrir la deuda social
que tiene con los salinacrucences.
Los funcionarios
de Pemex deben actuar con responsabilidad y mitigar los daños ocasionados por
el derrame, pero también están obligados a darle el mantenimiento adecuado a
sus instalaciones para que se eviten desastres ecológicos como el que provocó
el hundimiento de la monoboya, añadió.
La monoboya “perdió
flotabilidad”
Después de dos
meses del hundimiento de la monoboya, Pemex aún no ha informado las causas del
accidente, a pesar de que desde el 23
de agosto, la Profepa le pidió a Pemex “el informe de la causa raíz de
la emergencia ambiental relativa al derrame de hidrocarburo ocurrido en la
monoboya 3, en un plazo de 10 días hábiles, a partir de la notificación del
presente acuerdo”.
En respuesta al
Punto de Acuerdo emitido por la Cámara de Diputados el seis de septiembre,
donde se exhortó a Pemex a responder por el derrame petrolero, la paraestatal
informó que “eI 11 de agosto de 2012, en recorrido del personal de buceo de
Pemex Refinación se detectó que la monoboya número 3 perdió flotabilidad, por
lo que desde ese día hasta el 16 del mismo mes se efectuaron trabajos tendientes
a recuperar su flotabilidad”.
Pemex admitió en
su respuesta que “la totalidad de
playas atendidas abarca una longitud de 161 kilómetros, considerando desde la
primera playa impactada (Salinas del Marqués) hasta la última playa reportada
por Profepa en el Parque Nacional Huatulco (Riscalillo)”, sin embargo, informó
a los diputado que “los resultados presentados indican que no puede definirse un impacto por
contaminación, además de que los resultados de bioensayos
demuestran que no se tuvo ningún efecto sobre el fitoplancton marino, por lo
que no se alteró o
modificó la composición o condiciones naturales del agua y playas”.
Denuncia popular
La respuesta que Pemex dio a los diputados
causó la irritación de los pescadores. ¿Cómo que no hubo daños al lecho marino?,
preguntó airado Anselmo López Villalobos, quien aseguró que de acuerdo con
estudios de especialistas, el derrame mató postlarvas de camarón y especies
hembras del crustáceo.
Molestas, las autoridades municipales de
Morro Mazatán, Floriberto Fuentes, Santa Gertrudis Miramar, Baltazar Martínez y
Ángel Avendaño, de San Pedro Huamelula,
presentaron ante la Profepa una denuncia popular en contra de Pemex.
“Pemex está obligado a responder. Los
daños no pueden quedar en la impunidad”, sentenció la diputada presidenta de la
Comisión de Ecología del Congreso Local, Aleida Serrano.
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