jueves, 8 de diciembre de 2011
“Retiren la cadena”, pide Gabino Cué a Chimalapas
Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.- Durante la visita del gobernador oaxaqueño, Gabino Cué Monteagudo a los Chimalapas, los zoques guardaron su actitud beligerante para otros momentos y en cambio, propusieron un pacto, basado en el ideario juarista, para la defensa del territorio oaxaqueño.
En Santa María Chimalapa, el obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes recordó el dicho del Benemérito: “El respeto al derecho ajeno es la paz” y pidió que el diálogo y la conciliación sean los caminos para resolver los conflictos agrarios con los chiapanecos.
Durante una breve intervención, Lona Reyes rememoró que a través del diálogo, los zoques de Santa María Chimalapa recuperaron 42 mil hectáreas del paraje San Isidro La Gringa, que estaban en manos de ganaderos y talamontes chiapanecos.
El pensamiento juarista también asomó su conciliador rostro en San Miguel Chimalapa, cuando el presidente de los comuneros Alberto Cruz Gutiérrez le obsequió al gobernante oaxaqueño un cuadro con la imagen de Benito Juárez, al darle la bienvenida.
Bajo una pertinaz caída de aguanorte por los efectos del Frente frío 17, que obligó al gobernador viajar por tierra a ambas localidades del Istmo de Tehuantepec, Gabino Cué les dijo a los chimalapas que defenderá el territorio comunal y oaxaqueño “con la fuerza de la ley”.
En ambas comunidades zoques, los dirigentes comunales Alberto Cruz y Pedro López reiteraron al gobernante oaxaqueño que él y la Segob, sean garantes para que el gobierno de Chiapas acepte el proceso de conciliación entre campesinos para resolver el conflicto agrario.
Cué Monteagudo dijo que facilitará el diálogo y que hablará con su homólogo chiapaneco, Juan Sabines, pero también le pidió a los chimalapas de San Miguel, que “retiren la cadena” que bloquea el paso a los chiapanecos de Gustavo Díaz Ordaz, en San Antonio, desde el 20 de octubre.
Minutos antes del arribo del gobernador de Oaxaca a San Miguel Chimalapa, el dirigente zoque Alberto Cruz señaló que no se retirará el bloqueo hasta que no se vean acciones como la controversia en contra de la creación del municipio chiapaneco de Belisario Domínguez.
Durante el encuentro con Cué Monteagudo en San Miguel, los comuneros de la zona oriente de los chimalapas, como Ignacio Pérez, le recordaron al gobernante que en su campaña ofreció paz y progreso, pero por el conflicto y el abandono nadie tiene paz y todos viven en la pobreza.
En ambos encuentros, calificados como “históricos”, después que los zoques se sintieron agredidos por la incursión policiaca el nueve de noviembre a San Miguel, el gobernador Cué dijo que su gobierno se reserva el derecho de buscar la anulación del municipio Belisario Domínguez.
En Santa María Chimalapa y en San Miguel, el gobernador ofreció que hablará con su contraparte de Chiapas para que empiece el proceso de conciliación y que buscará ante el gobierno federal, la anulación de permisos de explotación maderera a favor de chiapanecos.
“Por la vía de la legalidad y la fuerza de la razón y del diálogo vamos a encaminar la solución del problema agrario”, dijo Cué ante los zoques que aun decidirán en los días siguientes, en asambleas comunitarias, se retiran o no el bloqueo a los chiapanecos.
Mientras tanto, en la mañana fría, lluviosa y con vientos fuertes, en el ánimo de los chimalapas quedó la duda: ¿Hay o no un plan B en caso de que el gobierno de Chiapas rechace, como otras veces, el proceso de conciliación de campesinos oaxaqueños a campesinos chiapanecos?
La respuesta vino del obispo emérito Arturo Lona Reyes: No hay que aflojar el paso, hay que seguir adelante, con la ley en la mano y el diálogo, sin grillas que obstaculicen el camino, porque es tiempo de darle una nueva vida a la gente que vive en medio de amenazas y la pobreza.
El proceso de conciliación, como propusieron los chimalapas, no incluirá la participación de los gobiernos estatales de Oaxaca y Chiapas. La Segob vigilaría la aplicación y las autoridades definirían el calendario de visitas a los ejidos chiapanecos.
Entre 1991 a 1993, los comuneros zoques de Santa María Chimalapa convencieron a seis núcleos ejidales de Chiapas para que reconocieran que estaban en tierras comunales y sin dejar de ser chiapanecos, se rigen bajo el estatuto comunal de los chimalapas.
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