jueves, 15 de octubre de 2015

Sorgueros: “jodidos”, sin cosecha y endeudados



Alberto López Morales
     JUCHITÁN, Oax.- “Ahora sí estamos jodidos. Sin producción, con deudas y abandonados por el gobierno”, resumió entristecido el campesino Noé Morales Gómez, quien el año pasado sembró 10 hectáreas de sorgo y no cosechó un solo grano. En este año también le fue mal. Perdió todo.
     Noé Morales Gómez tiene 77 años de edad y toda su endurecida vida la ha compartida entre la cría de becerros y la siembra de sorgo. Recio, bajo de estatura y correoso parece de menos edad. “Nunca pensé que algún día saliera de mi pueblo para venir a bloquear la carretera”, confiesa.
     Con Noé Morales, indígena ikoot de Vergel del Maíz, están decenas sorgueros de la zona oriente del Istmo. Cerraron la Panamericana para exigir que el gobierno declare la emergencia agrícola tras la pérdida total de 20 mil hectáreas afectadas por la plaga del pulgón amarillo.
     ―Desde el año pasado alertamos a las autoridades del sector agropecuario sobre la presencia del pulgón amarillo en San Francisco del Mar. No hicieron nada y ahí están las consecuencias―, denunció María Teresa Santiago Desales, dirigente de una unión de sorgueros oaxaqueños.
     Hace un año, Noé Morales Gómez vendió “como siete becerros” para reunir unos cien mil pesos y sembrar en julio 10 hectáreas de sorgo. Esperaba cosechar en noviembre unas 60 toneladas y ganar unos 150 mil pesos. Perdió todo. La plaga del pulgón amarillo acabó con la gramínea.
     Durante siete meses, entre diciembre y el 19 de julio, Noé Morales y su familia subsistieron con 250 pesos diarios producto de la ordeña de sus vacas y la venta de unos 50 litros de leche en San Francisco del Mar.
     ―En esos meses podría decir que gané 60 mil pesos, pero en realidad salí perdiendo porque si hubiera tenido una buena cosecha, hubiera ganado algo así como 110 mil pesos entre la venta de la leche y la venta del sorgo―, dice en medio de su angustia.
     Noé Morales se dice jodido porque las cinco hectáreas de sorgo que sembró a partir del 20 de julio de este año no tuvieron ningún rendimiento. Esperaba producir unas 30 toneladas. “La falta de lluvias y el pulgón amarillo acabaron con todo”.
     Frente al desolador panorama que viven los cuatro mil productores de sorgo en el Istmo de Tehuantepec, enviados del delegado de Sagarpa en Oaxaca, Manuel García y del secretario de Desarrollo Agropecuario, Jorge Carrasco, ofrecieron un apoyo de mil 500 pesos por hectárea.
     ―Esos mil 500 pesos por hectárea no servirán ni para el primer “bombazo” de insecticida para combatir la plaga―, señaló indignado Santiago Cruz, representante de los sorgueros organizados en la asociación “Istmo Nuevo Milenio”, que se sumaron a la protesta con el bloqueo de carretera.
     “Ese apoyo no servirá para cubrir las deudas”, dijo molesto el campesino José Luis Santiago Betanzos, un jubilado de Pemex que junto con tres hermanos obtuvo un crédito bancario de 300 mil pesos para sembrar casi 50 hectáreas de sorgo.
     De los 300 mil pesos, “me tocan 136 mil pesos que ya estoy pagando en el banco. Pago cuatro mil mensuales. ¿Cómo?, Pues por fortuna soy jubilado de Pemex y tengo mis becerros para vender, pero perdí la cosecha y quedé endeudado”, dijo molesto Santiago Betanzos.
     Maricela Escobar Morales, también perdió la cosecha de 50 hectáreas de sorgo y no sabe cómo le hará para que termine de pagar un tractor que compró a crédito en 2011. “Me costó 650 mil pesos. Cada febrero debo pagar 100 mil pesos, pero ¿ahora cómo le haré?, preguntó angustiada.
     Como ella, hay decenas de campesinos que están endeudados con la compra de la semilla y el fertilizante y con la adquisición de un tractor. Uno de esos productores de sorgo es Faustino Santiago, de 70 años de edad.
     ―Perdí la cosecha de 60 hectáreas de sorgo. Ahora, antes de huir para el momento, mejor voy a presentar un escrito a la financiera que me dio el tractor a crédito para que me espere en el pago porque para febrero del 2016 no tendré dinero para pagar los 100 mil que toca cubrir.
     Con un tractor y una lona azul de cuatro metros cuadrados a media carretera de la Panamericana, para cubrirse del sol, hombres y mujeres comparten no solo su enojo por el silencio gubernamental, sino también sus alimentos bajo el sol y el viento.
     En medio de esa mezcla de sentimientos, de coraje y congoja, los sorgueros preguntan por qué el gobierno de Oaxaca se niega a pedir la declaratoria de emergencia agrícola por el siniestro total de las 20 mil hectáreas de sorgo provocado por la sequía y la plaga del pulgón amarillo.
     ―El problema no es solo de los sorgueros. Es de todos, porque sin sorgo en el país, el alimento para las reses y los pollos se comprará en el extranjero y el precio de la carne, del huevo y de la leche subirá y afectará a los consumidores―, sentenció la lideresa Santiago Desales.


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