Alberto López Morales
Como otras veces,
la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), que preside
Arturo Peimbert Calvo, emitió tardíamente la llamada “alerta temprana” para
evitar hechos de violencia y la violación de los derechos humanos de los
habitantes de San Dionisio del Mar.
En San Dionisio
del Mar debió celebrarse el domingo 14 de diciembre la elección municipal
extraordinaria. La elección se suspendió por acuerdo de los consejeros del
Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO).
Pero la llamada
“alerta temprana” dirigida a “las instituciones gubernamentales” llegó tarde y
con argumentos basados en equivocaciones graves que en otras circunstancias
hubieran sido suficientes para exigir la renuncia del titular de la DDHPO.
La “alerta
temprana” fue emitida el lunes 15 de diciembre, un día después de la fecha
prevista para la elección, once días después del enfrentamiento que
protagonizaron militantes del PRI y de la Asamblea General de San Dionisio, que
agrupa a anti eólicos, perredistas y priístas inconformes con el candidato
priísta Manolo Luis, concuño del ex presidente Miguel López y dos días después
del ingreso de la policía estatal que retiró los dos bloqueos de carreteras que
habían establecido los integrantes de la Asamblea General para impedir el
ingreso de la papelería electoral.
En su
argumentación, la DDHPO señaló que “San
Dionisio del Mar atraviesa por un conflicto político y social originado por el
proyecto eólico de la empresa Mareña Renovable”. En realidad, el conflicto que
impidió la elección extraordinaria es de orden político. Salvo el PRI, ninguna
otra fuerza política de San Dionisio del Mar quiere que se realice la elección.
En sus dislates, la DDHPO ignoró que desde
el nueve de noviembre del año 2012 la empresa Mareña Renovables informó que
suspendía la construcción del parque eólico en la barra Santa Teresa de San
Dionisio del Mar. Ahora, con el nombre de Eólica del Sur y nuevos accionistas,
dicho parque eólico podría construirse en Juchitán si se aprueba la consulta
que inició hace varias semanas.
La DDHPO, ajena a
la realidad de San Dionisio del Mar, fue más allá en sus desatinos al argumentar
que “la situación en la comunidad se ha ido complicando y debido a ello, en el
mes de enero de este año el conflicto escaló en San Dionisio hasta impedir al
candidato electo como presidente municipal, tomar posesión del cargo”.
No hubo tal. La
elección, en la que la Sala Regional de Xalapa, Veracruz validó el triunfo de
Saúl Sierra Ramos, quien compitió bajo el registro del partido estatal Social
Demócrata (PSD), fue anulada por la Sala Central del Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación (TEPJF). O sea, nadie impidió a Saúl Sierra
Ramos que tomara posesión del cargo de presidente municipal porque la elección
había sido anulada el 28 de diciembre de 2013.
Los desaciertos
de la DDHPO no se quedaron ahí. También se equivocó al señalar que “las
acciones para celebrar el proceso electoral causaron descontento en la
comunidad, pues San Dionisio del Mar se rige por el sistema de usos normativos
internos (usos y costumbres)”.
Si bien antes la
elección de las autoridades municipales se regía bajo el sistema normativo
interno, en la pasada elección se tomó el acuerdo de que fuera por partidos
políticos. Manolo Luis, fue candidato del PRI y Saúl Sierra compitió con el
registro del PSD.
Para la elección
extraordinaria prevista a efectuarse el pasado domingo 14, Manolo Luis fue
registrado por el PRI, mientras que Saúl Sierra se cobijó en el PRD.
El descontento
fue provocado por el anterior presidente municipal vinculado al PRI, Miguel
López Castellanos, quien fue acusado de recibir 21 millones de pesos de la
empresa Mareña Renovables para que facilitara la construcción del parque eólico
en la barra de Santa Teresa.
Como en otros
casos, la llamada “alerta temprana” de la DDHPO llegó tarde en San Dionisio del
Mar, tan tarde que desde la mañana del domingo más de 200 policías estatales
patrullan la población para disuadir las manifestaciones violentas como las que
mantuvieron en zozobra a los pobladores desde 15 días del domingo pasado.
Para el
miércoles, es probable que el IEEPCO anuncie una nueva fecha para la elección
extraordinaria. Solo falta que el gobierno de Oaxaca garantice que esa elección
se lleve en paz, esa paz que ofreció el gobierno del cambio y que no aparece
por ningún lado.
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