lunes, 18 de abril de 2011

Resurge la rebeldía huave

JUCHITÁN INFORMA

Alberto López Morales
     El pasado cuatro de abril los indígenas huaves de San Francisco del Mar, Pueblo Nuevo, cumplieron 17 años desde que rechazaron oficialmente la rehabilitación de un canal de intercomunicación que, a juicio de un grupo de especialistas, oxigenaría 140 mil hectáreas de espejo lagunar que produce el sustento de las comunidades ikoots y zapotecos.
     Durante esos días de abril a julio de 1994 conocí a muchos hombres y mujeres de esa comunidad, quienes con una bravura solo comparable a una madre que cuida y defiende a su vástago, se organizaron para defender el mar que les ha dado los alimentos para subsistir por más cuatro siglos.
     Entre 1997 y 1998, cuando en Oaxaca gobernaba Diódoro Carrasco Altamirano, los huaves de San Francisco del Mar defendieron y reclamaron con todo, y ese todo significó armas, palos, resorteras, medios de comunicación, iglesia, unas 29 mil hectáreas de tierras invadidas por ganaderos de sus vecinos de San Francisco Ixhuatán. Pagaron con hogares enlutados, viudas y huérfanos la osadía de enfrentarse con los que ellos llamaban “los ricos”, apoyados por el ex gobernador Carrasco que en esos mismos años persiguió a los zoques de Santa María Chimalapa, quienes cansado de los saqueos de sus recursos naturales por parte de los ganaderos de la Colonia Cuauhtémoc, habían capturado a varios talamontes.
     Unos 10 años después, en 2007, los huaves de San Francisco del Mar volvieron a organizarse e impidieron la renta de sus tierras a favor de la empresa española Preneal, desarrolladora de energía a través del viento.
     La historia de los huaves de San Francisco del Mar ha sido una historia de resistencia, mientras no los tomen en cuenta, mientras todos los proyectos quieran ser realizados sin que sean consultados. Una historia singular, porque los huaves que viven en la miseria, quieren dejar atrás su sino de miserables y jodidos. Lo único que quieren, es que les pregunten cómo aspiran a elevar su nivel de vida.
     Los huaves de Pueblo Nuevo vivieron antes en San Francisco Pueblo Viejo, una pesquería que abandonaron en la década de los años 60, porque una enorme serpiente de arena, a decir del pueblo, que no era otra cosa que una duna de formación natural por los vientos, aplastó en su misterioso avance, la mitad de las chozas de la población.
     La primera vez que conocí la serpiente de arena que devoró las viviendas de Pueblo Viejo, San Francisco del Mar, fue a mediados de 1986. Ahí me encontré a varios pescadores que recordaban las visitas en lancha del ex presidente Luis Echeverría, mientras su yate permanecía anclado mar adentro, para conocer el potencial turístico de la zona.
     El gobierno federal, me dijeron en esa época los pescadores, pensaba construir en las inmediaciones de Pueblo Viejo un complejo turístico de orden internacional. Al final y con el paso de los años, Miguel de la Madrid puso en marcha el principal destino turístico oaxaqueño en Huatulco, donde los nativos terminaron vendiendo, primero propiedades y después collarcitos.
     Le cuento toda esta historia porque el pasado sábado se reunieron en San Francisco del Mar unos 600 pescadores de  casi dos mil, entre libres e integrantes de la cooperativa, para rechazar la venta de seis mil hectáreas de playa y espejo laguna en la zona conocida como Paso del Toro. Ahí, unos inversionistas europeos quieren construir un complejo turístico que obviamente no será para los huaves y menos para los istmeños.
     DE REFILÓN: El gobierno de Oaxaca que encabeza el gobernador Cué tiene ahí una papa caliente porque los pescadores tomaron la sede comunal que preside Pedro Alonso Carreño y justo hoy lunes, el alcalde Julio César Martínez Gómez, quien ganó con el registro de Unidad Popular, encabezará la resistencia comunitaria a ese proyecto transnacional y unidos CON EL Frente por la Defensa de la Tierra irán a Oaxaca en la búsqueda de ponerle freno al proyecto.

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